El Día Mundial del Agua se celebra todos los años el 22 de marzo, para concentrar la atención en la importancia del agua y promover la gestión sostenible de los recursos de agua dulce. El agua y la seguridad alimentaria: Entender los nexos. Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias a fin de llevar una vida activa y sana. Las personas que tienen mayor acceso al agua tienden a disfrutar de una nutrición mejor. La falta de agua puede ser una de las principales causas de las hambrunas y la malnutrición, particularmente en las zonas donde la alimentación y los ingresos de las personas dependen de la agricultura local. Las lluvias irregulares y las diferencias estacionales en la disponibilidad de agua pueden dar lugar a la escasez temporal de alimentos. Las inundaciones y las sequías pueden causar algunas de las emergencias alimentarias más apremiantes. Todas las actividades humanas utilizan agua: para beber, cocinar, lavar, pero sobre todo para producir alimentos, papel, el vestido, etc. La huella hídrica es una forma de medir nuestro consumo directo e indirecto de agua. La huella hídrica es el total del volumen de agua que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por una persona, una comunidad o una empresa. [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=GdomnECDuLI[/youtube] La producción de alimentos, a partir de los cultivos y el ganado, la pesca continental o la acuicultura y los bosques, requiere agua. Esta agua proviene de la lluvia, accesible directamente o a través de la humedad almacenada en los suelos (agua verde) o del agua que se extrae de los ríos, los humedales, los lagos y los acuíferos (agua azul). Mundialmente, el 70 por ciento de las extracciones mundiales de agua azul se destinan a la irrigación. La agricultura de regadío ocupa el 20 por ciento del total de la superficie agrícola, pero representa el 40 por ciento del total de los alimentos producidos en el mundo. Se requieren, por ejemplo, unos 1500 litros de agua para producir 1 kg de trigo, 10 veces más para producir 1 kg de carne de vacuno. La producción de cultivos forrajeros para el ganado, el sacrificio y el procesamiento de carne, la producción de leche y otros productos lácteos también requieren grandes cantidades de agua. Esto eleva particularmente la huella hídrica de los productos pecuarios. Para más información sobre la campaña clik aquí. Para averiguar sobre los eventos que se realizan en tu país click aquí. Más información en: Sociedad Ambiental Red Social Ambiental Iberoamericana |