Considerado como precursor de los movimientos de Arte y Naturaleza, Fernando Casás es un artista nacido en España y que vive entre ese país y Brasil. Desde mediados de los años sesenta viene desarrollando una obra de carácter conceptual y efímero, vinculada a la idea de evidenciar el desgaste y el paso del tiempo por los materiales, y que se configura en un diálogo ético y dinámico con la naturaleza.
Mezclando materiales como el granito, aluminio, plástico o bronce con vegetación, principalmente árboles vivos, sus obras en espacio público pueden ser vistas en diferentes puntos geográficos como Brasil, Portugal, Israel o en España, en la Isla de Esculturas de Pontevedra, en el Desierto de Monegros, dentro del Itinerario de Arte del Proyecto Huesca de Arte y Naturaleza, y otros. Trabajando siempre en los límites borrosos entre el arte y otras áreas del conocimiento humano, como la ética, la arqueología, la astronomía o la física cuántica, su obra se presenta instigadora e innovadora en su madurez artística
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.La escultura Árboles como arqueología, como mi obra en general, trabaja con la recuperación de la memoria. En este caso la memoria está referida a la región desértica de Los Monegros, así llamada por la vegetación verde oscura que antiguamente cubría sus montes. Según algunos estudios, la deforestación, entre otras causas, transformó la región en un desierto. La escultura está integrada en el entorno y puede ser vista desde la distancia como un testimonio de las modificaciones que ha sufrido el entorno, memoria de sus bosques autóctonos y de toda la historia allí desarrollada. La implantación de la obra fue planteada de manera a dañar minimamente la vegetación autóctona y estuvo acompañada por un especialista en todo momento ya que, aunque de apariencia ruda, aquella es una vegetación muy delicada en su especificidad.
Fernando Casás |