Hoy, Paisajismo Digital te trae la importancia del sustrato para los cultivos y jardines. Muchas veces olvidamos la relevancia que tiene este complemento para maximizar el desarrollo de las plantas de uso decorativo, comercial o de consumo humano. Sumerjámonos en el mundo del sustrato, sus tipos y su valor. ¡Vamos!
¿Qué es el Sustrato?
Se denomina sustrato a todo material sólido que sea diferente del suelo. Puesto en contenedores es el anclaje, soporte o parte del habitat para una planta determinada. Este elemento tan importante en cultivos suministra los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo, reproducción y producción de la vegetación. El sustrato puede ser orgánico (de origen natural o vegetal) o inorgánico (de origen mineral como rocas y arena). Cabe destacar que se deben proporcionar tres elementos importantes para el desarrollo de las plantas: el agua, oxígeno y nutrientes.
El sustrato se caracteriza por estar compuesto por dos elementos. El contenedor, servirá con vertedero del material para el posterior cultivo de plantas y anclaje de raíces. Este puede ser natural (corteza de árboles, fibra de coco, entre otros) o artificial (espuma de polietileno especial para cultivos). Y el abono o compost, que está compuesto por diversos materias orgánicos o inorgánicos que servirán como anclaje; también como suministro y retención de nutrientes, drenaje y aireación de las raíces.
Cabe destacar que el oxígeno es el elemento más importante que debe suministrar el sustrato, ya que sin éste es imposible la absorción de agua y nutrientes. Por otra parte, es necesario tener el balance apropiado entre oxígeno y retención de agua para que la planta logre asimilar de manera efectiva los nutrientes y respire por medio de sus raíces.
Es de destacar que es necesaria la regulación correcta de absorción y evaporación del agua. El suministrar un sustrato muy compacto puede generar un estancamiento del agua, dando como consecuencia que se pudran las raíces. Por otra parte, si el sustrato tiene un drenaje excesivo la planta no tendrá el tiempo necesario para adsorber los nutrientes requeridos.
Tipos de sustrato
El sustrato se divide en dos clases. Aquel que es químicamente inerte y se encuentra constituido por arena granizada, grava, roca, arcilla, lana de roca, entre otros. Y el sustrato químicamente activo se constituye de corteza de pino, vermiculita, turbas rubias y negras, entre otros materiales.
La diferencia entre ambos sustratos, radica en la capacidad de almacenamiento de nutrientes o el intercambio catatónico de los mismos. Los sustratos inertes sólo trabajan como soporte de la planta y su intervención dentro de los procesos de fijación y absorción de nutrientes es muy reducida, por eso es necesario el uso de fertilizantes. Por otro lado, están los sustratos activos que no solo sirven de soporte, sino que también actúan como retenedor de nutrientes para su posterior absorción por la planta.
Composición óptima del sustrato
Existen ciertas propiedades que deben ser tomadas en cuenta para diseñar un sustrato que sea ideal. Así, poder obtener buenos resultados durante la germinación, el enraizamiento, el desarrollo de la planta y el cuidado de cultivos. Estas son:
- Propiedades físicas: Se debe tomar en cuenta el suministro de aire, suficiente porosidad y una estructura firme; por supuesto, también la capacidad para retener agua suficiente.
- Características químicas: Capacidad para intercambio catatónico, baja salinidad, nivel de descomposición reducido; capacidad para mantener el pH y niveles óptimos de nutrientes asimilables.
- El cuidado: Fácil de mezclar, resistencia a cambios ambientales o físicos, facilidad para desinfectar y resistente a productos químicos; libre de semillas de malas hiervas y libre de patógenos dañinos a las plantas.
Es de mencionar que el tipo de abono usado en estos sustratos debe mantener una población nivelada de microorganismos. Ya que los abonos químicos provocan un deterioro del suelo y contaminación del agua, lo cual da como consecuencia el mal desarrollo de las planta y aun peor, su muerte en ciertas ocasiones.
Conclusiones de un paisajista
En resumen, diseñar el sustrato adecuado es básicamente el pilar fundamental en el proceso y mantenimiento de cultivos. Se crea tomando en cuenta cada ciclo de vida de la planta que, va desde su siembra, crecimiento, adultez; reproducción y recolección de frutos. Esto le permite a la vegetación un mayor desarrollo y perdurabilidad en el tiempo al poder obtener de manera fácil los nutrientes necesarios para su vida.
Un buen sustrato también permitirá generar un sistema sustentable para la reutilización futura del mismo en otros cultivos. Podemos decir, que el sustrato es el resultado de la combinación, entre la ciencia del cultivo y la naturaleza, de manera controlada, para lograr mejores resultados en el desarrollo de las plantas.