Junya Ishigami es uno de los principales exponentes de la arquitectura paisajista asiática. Con casi 20 años de trayectoria, Ishigami ha perfeccionado un estilo “libre” y moderno, el cual refleja los fenómenos naturales. En Paisajismo Digital te enseñamos la obra y estilo paisajista del arquitecto japonés.
¿Quién es Junya Ishigami?
Junya Ishigami nació en la Prefectura de Kanagawa, Japón, el 10 de abril de 1974. En el año 2000 completó su maestría en arquitectura y planificación en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio. Después de ello se unió al prestigioso estudio SANAA, la firma de arquitectos más importante del Japón.
Desde 2004, Ishigami ha trabajado de forma independiente, estableciendo su propio estudio: Junya.ishigami + associates. Allí, el arquitecto ha desarrollado un enfoque experimental del diseño arquitectónico, basado en el equilibrio de tres aspectos fundamentales: la tensión, el tiempo y la libertad.
Su novedoso estilo ha llamado la atención en el mercado mundial de la arquitectura. En 2009 se convirtió en el arquitecto más joven en ganar el premio del Instituto de Arquitectura de Japón otorgado en Taller KAIT del Instituto de Tecnología de Kanagawa.
Sus innovadores proyectos le han dado la vuelta al globo, teniendo como premisa no solo crear diseños para las personas. Para Ishigami, es vital crear diseños capaces de conectar todo el entorno, la naturaleza, la fauna, la sociedad, el urbanismo… Todo cuenta para el arquitecto nipón, y cada proyecto es una oportunidad para dejar volar la imaginación y crear algo totalmente nuevo, sin precedentes.
El estilo paisajista del arquitecto japonés
En una entrevista publicada por el portal Plataforma arquitectura, Junya Ishigami asegura que “la arquitectura actual no es lo suficientemente libre“. Por esto, se ha esforzado por definir una dinámica de trabajo capaz de satisfacer las expectativas de las personas, que el diseño final realmente cumpla el sueño del usuario.
Para Ishigami, cada uno de sus proyectos “debe ser diferente, porque la libertad en la arquitectura no se logra a través de un trabajo dogmático o meramente estilístico”. Si se quiere liberar la arquitectura es necesario ser inventivo y específico en cada proyecto, asegura el arquitecto nipón.
Los diseños de Ishigami buscan crear espacios flexibles, ajustados al gusto de cada persona. Esto lo logra mediante “una fusión de espacio, atmósfera, estructura y paisaje“, donde cada diseño “pueda ser redefinido y utilizado de manera diferente, pues la arquitectura nunca es fija”, asegura el arquitecto.
Del mismo modo, los proyectos de Junya denotan una arquitectura que refleja los fenómenos naturales. Formas atrevidas y simples que simbolizan, entre otras maravillas naturales, los fenómenos de las nubes y la pureza del agua y las plantas, suelen reflejar su anhelo por representar un diseño libre y auténtico. A su vez, sus proyectos vanguardistas y ambiciosos persiguen la armonía entre la arquitectura y la naturaleza.
La idea del cliente y la imaginación propia
En un diseño reciente para un restaurante francés, Ishigami cavó un agujero en el lugar de emplazamiento de la obra. En los lugares donde iban espacios interiores dejó tierra para, luego, verter hormigón. Cuando la estructura estuvo lista se retiró la tierra restante, dando un aspecto de pequeñas cuevas a cada área del restaurante. Esto lo hizo porque el cliente “quería un espacio nuevo, pero que tuviera una cualidad de envejecimiento”.
De este modo, Ishigami combina sus ideas con la imaginación del usuario. Él se toma el tiempo necesario para descubrir cada diseño. Luego se encarga de conjugar el gusto del cliente con las características del espacio a intervenir, eliminando la tensión con recursos naturales (tierra, plantas, agua) y con las cualidades propias del diseño y los materiales a utilizar. Por último, ejecuta el proyecto, dejando que la arquitectura haga el resto de la forma más libre posible.
Así, Ishigami pone en práctica una concepción que su ingenio no considera “moderna”, pero si como un “aporte” hacia el futuro, “creando nuevas comodidades” para todos los actores involucrados. Según el arquitecto japonés, “la arquitectura viene de lo que nos rodea, pero el arte viene de dentro. El arte es una expresión, la arquitectura es una solución“.
Obras notables de Junya Ishigami
El primer proyecto de gran repercusión internacional de Junya Ishigami fue su “proyecto de mesa“. Allí, el arquitecto utilizó láminas de aluminio de 9,5m de largo y 3mm de grosor para diseñar las mesas del interior de un restaurante. Ishigami distribuyó el espacio con tablas ligeras, pero enormes, dando la sensación de que cada mesa “flotaba como en un lago”. Alrededor de las láminas se instalaron más de 700kg de plantas.
Entre sus obras más emblemáticas se encuentran la propuesta de diseño del Pabellón de la Paz Mundial, en Copenhague (2014), un edificio en forma de nube erigido sobre el mar, el cual simboliza la paz. Su Taller del Instituto Tecnológico de Kanagawa, por su parte, destaca por el diseño armonioso que conjuga la ligereza de los espacios interiores con lo vasto del entorno circundante.
Otro de sus proyectos emblemáticos fue la guardería Cloud Garden de Japón (2017). Aquí, Junya construyó un jardín de nubes hechas con hormigón para edificar un espacio único para los niños. También fue muy conocida su propuesta de diseño para la Capilla del Valle de Shandong, China. Ishigami elaboró una gigantesca maqueta de 1,10 metros en donde las curvas del edificio y las plantas que rodean la estructura crean una espectacular simbiosis entre el diseño arquitectónico y el emplazamiento natural.
Reconocimientos y proyectos recientes
Durante su carrera, el arquitecto nipón ha sido reconocido por asociaciones como la Bienal de Arquitectura de Venecia (León de Oro al Mejor Proyecto, 2010) y el Harvard Graduate School of Design de Massachusetts, Estados Unidos (nombrado crítico de diseño de Kenzo Tange, 2014). Actualmente es miembro de la Accademia di Architettura di Mendrisio de Suiza.
Sus trabajos han dado la vuelta al mundo, siendo Argentina, Londres y Sydney algunos de sus últimos destinos profesionales. En Londres, por ejemplo, ha inaugurado recientemente el Serpentine Pavilion, un refugio al aire libre adornado por una cubierta flotante. Esta asemeja una colina de rocas que emerge directamente del césped.
Este año, el proyecto Art Biotop Water Garden de Ishigami recibió el primer Premio Obel, un reconocimiento otorgado por la Fundación Henrik Frode Obel a proyectos arquitectónicos que promuevan el desarrollo humano y el desarrollo sustentable. El jardín se compone de cientos de árboles trasplantados de un bosque el cual sería talado para construir un complejo hotelero. El espectacular espacio vegetal cambia su colorido en cada estación climática, proporcionando un entorno natural de esparcimiento público a la prefectura de Tochigi en Japón.
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