Las orquídeas, plantas pertenecientes a la familia Orchidaceae, presentan una gran diversidad. De hecho, se conocen casi 20000 especies diferentes agrupadas, a su vez, en 1000 géneros. Dentro de esta gran variedad de plantas perennes, existen orquídeas terrestres, epifitas o lianas, e incluso, en casos excepcionales son capaces de enterrar su estructura vegetativa. Otra de las características de las orquídeas es que sus raíces establecen, durante una fase de su ciclo vital, relaciones simbióticas con hongos del género Basidiomycetes. Esta estructura simbiótica que surge de la asociación entre raíces vegetales y hongos, recibe el nombre de microrriza. Las orquídeas son plantas preciadas en jardinería Las flores de estos vegetales presentan un gran encanto y delicadeza. Es por ello que, con frecuencia, son las plantas de elección para realizar decoraciones florales diversas. De hecho, en jardinería suelen emplearse como plantas ornamentales, entre otras, especies de los géneros Epidendrum, Calanthe y Cymbidium. Por otra parte, las orquídeas presentan una característica que les hace ser, junto con otros vegetales como helechos, bromelias, líquenes o musgos, la elección ideal para establecer la cubierta de los jardines verticales. Esto es así porque son plantas que, al ser epifitas, pueden desarrollarse sobre otros vegetales, en lugar de precisar de una cubierta terrestre o suelo para su desarrollo. En la imagen: “Orquidea y colibrí cerca de una cascada”, 1902 . Martín Johnson Heade- Coleccion Museo Thyssen-Bornemisza- Madrid. La vainilla se extrae de los frutos de una orquídea Este compuesto aromatizante y saborizante es ampliamente empleado tanto en industria alimentaria para elaborar helados y bebidas, como en la producción de perfumes. La vainilla se encuentra en los frutos de varios tipos de orquídeas pertenecientes, todas ellas, al género Vanilla. Una de ellas es la Vanilla planifolia, orquídea cuyo hábitat natural se encuentra en una franja de territorio que comienza en el sur de México y llega hasta el norte de Bolivia. Así pues, dada la relevancia de estos vegetales en paisajismo y alimentación, nos corresponde a nosotros, los seres humanos, trabajar en su protección para seguir disfrutando de la belleza de las orquídeas. |