Flores nacionales de Sudamerica (primera parte)
América del Sur es un paraíso de contrastes naturales que permite el desarrollo de una enorme variedad de especies vegetales a lo largo de sus 18 millones de km2.
En Paisajismo Digital te mostraremos – en dos entregas – las flores nacionales de Sudamerica, de los 13 países que conforman este maravilloso continente.
En la primera parte descubriremos las flores nacionales de las primeras seis naciones sudamericanas en orden alfabético, comenzando por Argentina y finalizando con Guyana. ¡Comencemos este fantástico recorrido!
El Ceibo (Erythrina crista-galli), flor nacional de la Argentina
En diciembre de 1942 la flor del Ceibo fue decretada como flor nacional de la Argentina tras resultar la ganadora de una encuesta realizada por el gobierno. La flor del Ceibo forma parte esencial de mitos y leyendas de la cultura indígena argentina; además, es considerada como una planta que “ha contribuido a la formación geológica del delta mesopotámico”, icono del paisaje natural gaucho.
Esta flor es pentámera, de cáliz gamosépalo y corola amariposada. Produce un fruto seco de, aproximadamente, 20 cm de longitud, una legumbre monocárpica no comestible. Sus pequeños pétalos de color rojo y su simetría bilateral lucen preciosos entre octubre y abril, la planta florece durante el verano argentino. Desde 2008, en Argentina el 22 de noviembre se celebra el Día Nacional del Ceibo.
En Bolivia reinan la Cantuta y el Patujú
Como en Bolivia no podían decidirse entre la “flor sagrada de los incas” y la hermosa Heliconia rostrata, en abril de 1990 las autoridades designaron a las dos flores como sus plantas nacionales.
La primera de ellas es la Cantua buxifolia, un pequeño arbusto perenne cuyo follaje es áspero, sin olor y en forma lanceolada-elíptica. La planta florece en forma de campanilla y racimos terminales durante todo el año, produciendo hermosos pétalos de intensos tonos rosados y rojos, aunque algunas veces también lucen blancas y amarillas. Crece en espacios abiertos de clima templado.
El Patujú, por su parte, es una raíz rizomatosa de, aproximadamente, 3 metros de altura que produce hojas alargadas de tono verdoso y numerosas brácteas rojas. Crece durante todo el año en la zona amazónica baja de Bolivia; su follaje es una fuente vital de agua para aves e insectos, así como el proveedor principal del néctar de los colibríes en la región. El follaje de ambas plantas se identifica con los colores oficiales bolivianos (rojo, amarillo y verde).
Ipê (Tabebuia speciosa), el árbol nacional brasileño
El árbol comúnmente conocido como «Ipê da Varagem» es la planta nacional – por tradición – de Brasil. Son de mediana altura y abundan en las laderas montañosas de Río de Janeiro.
Su follaje es amarillo, compuesto por pedúnculos y pedicelos levemente cubiertos por diminutos pelos pulverulentos. Resalta por su cáliz y corola campanulados, de aproximadamente 10mm de longitud. Este árbol perenne solo florece en octubre y crece en bosques secos.
El Copihue (Lapageria rosea), planta oficial de Chile
En tierra austral la favorita es la Lapageria rosea. Mejor conocida como Copihue, es una especie endémica, solo se deja ver entre febrero y julio en los bosques esclerófilos (templados) chilenos. Es un icono de la cultura indígena austral, su hermoso follaje adorna la espesura vegetal de su selva.
El Copihue es una planta ornamental de follaje péndulo compuesto por seis tépalos cerosos de color rojo intenso en forma de campana. Su fruto es el pepino y fue declarada flor oficial chilena en febrero de 1977. Hasta la fecha se han contado 25 variedades del Copihue, aunque es una flor catalogada en peligro de extinción por las autoridades chilenas.
En Ecuador aún no se deciden entre la Chuquiraga jussieui y las rosas
El caso del país meridional es muy particular. Al ser el líder mundial en exportación de rosas, muchos afirman que esta es su flor nacional, debido a su singular belleza y tamaño. Esto se debe a la localización geográfica del Ecuador, en donde muchos cultivos reciben el sol a un perfecto ángulo de 90 grados, además de los nutrientes que provee el suelo volcánico de la Cordillera de Los Andes y el clima tropical-templado de la región, factores que facilitan el cultivo masivo de rosas.
Sin embargo, otros tantos consideran que la Chuquiraga jussieui es la flor nacional ecuatoriana, una planta originaria de los páramos de la Cordillera de Los Andes que van desde Colombia hasta Perú. La planta es un arbusto bajo con un follaje presentado en inflorescencia en cabezuelas. Sus hojas son densamente barbadas, de color amarillento y produce un fruto aquenio (seco). A efectos académicos, la Chuquiraga es considerada la flor no oficial del Ecuador.
Victoria amazónica, flor nacional de Guyana
En Guyana. la Victoria amazónica se lleva todas las miradas. Sus grandes hojas en forma circular y sus largas raíces le permiten flotar en el agua, alcanzando un diámetro de hasta 40 centímetros de ancho y 7 metros de largo. Esta planta pertenece a la familia Ninfeáceas (angiospermas), sus pétalos ofrecen tonalidades que van desde el blanco hasta el rosa pálido.
La Victoria amazónica es una de las plantas más utilizadas por jardineros y arquitectos paisajistas en parques y jardines gracias a sus características de nenúfar (planta acuática). Su follaje se abre durante la noche y produce una agradable fragancia similar al albaricoque. Es conocida como flor nacional de Guyana por su tradición indígena, así como por su belleza y valor comercial.
Así finalizamos la primera entrega de las 13 flores nacionales sudamericanas. Para no perder detalle de la segunda parte, síguenos en nuestras redes y anímate a formar parte de nuestra comunidad digital registrándote en nuestra web. ¡Éxitos y bendiciones!