Bet Figueras ha sido figura de referencia en el ámbito del paisajismo español: una precursora que se distinguió por sus parques y jardines de inspiración autóctona y contenida expresión. En un país como el nuestro, que carece de una titulación universitaria habitual en el mundo anglosajón – la de landscape architect-,Bet Figueras cubrió con brillantez ese espacio profesional a medio camino entre el jardinero y el arquitecto: el de quien se dedica a construir espacios exteriores basándose en la vegetación. Nacida en Barcelona en 1957, Bet Figueras estudió en las universidades de Berkeley (California) y de Edimburgo (Reino Unido), donde se tituló. A principios de los ochenta regresó a Barcelona, en una época en la que las instituciones públicas impulsaban la creación de parques urbanos y la recuperación de espacios naturales. En 1985, asociada a María Jover, fundó el primer despacho barcelonés de paisajismo, que ha sido la base, a lo largo de un cuarto de siglo, de su quehacer. El Jardí Botànic de Barcelona, que materializó junto a los arquitectos Carlos Ferrater y Josep Lluís Canosa, es su obra más notable y premiada. Fue inaugurada en 1999, tras diez años de trabajos, y constituye una propuesta innovadora, caracterizada por la flora mediterránea y sustentada por una feliz combinación de elementos botánicos, paisajísticos, arquitectónicos y geométricos. Figueras mantuvo estrecha colaboración con los principales arquitectos españoles. En 1982 inició su andadura profesional, integrada en el despacho de Bohigas, Martorell y Mackay, donde permaneció hasta abrir su propia oficina. Desde esta colaboró con el citado Ferrater, con Moneo (L´Illa) o con Tusquets. A sus obras públicas – los jardines de la plaza de las Glòries, entre ellas-se suman muchas intervenciones para clientes privados. La docencia, principalmente en el máster de Paisajismo de la UPC, fue otra de sus dedicaciones. «Antes de que la sostenibilidad fuera un concepto en boca de todos, Bet apostó por la flora autóctona, por las intervenciones mesuradas, por lo natural. Frente a la vieja idea del jardín ornamental, apostó por la esencia de la naturaleza», recordaba ayer Carlos Ferrater. «Coherencia con el entorno, sencillez, también afán perfeccionista y un estilo muy alejado de cualquier estridencia han sido constantes en su trayectoria», precisó María Jover. «Bet nos enseñó que la vegetación puede ser una herramienta de la modernidad; que no es un relleno, sino un idioma muy elocuente», indicó Enric Batlle, arquitecto e hijo de jardinero. Bet Figueras, cuyo carácter armonizaba con la suavidad, la fuerza y la elegancia de la vegetación mediterránea, falleció de madrugada, en la clínica Quirón de Barcelona, tras batallar durante casi tres años contra el cáncer. Su obra póstuma, en la terraza del hotel Mandarín, se inaugurará en breve. Fuente: Desde Paisajismo Digital, queremos expresar nuestras condolencias a familiares y amigos de esta talentosa profesional. Que Dios acompañe a Bet en su camino hacia la Eternidad, por siempre |