PLANTAS COLGANTES, para terrazas, balcones y superficies verticales
Estos vegetales se caracterizan porque sus tallos no son rígidos. Por ello, son plantas incapaces de permanecer tiesas desarrollándose, de esta manera, sobre el suelo. También pueden generar estructuras especiales que les faculta para ascender por la corteza de árboles, muretes u otras superficies verticales.
Existen numerosos ejemplos de plantas rastreras como, por ejemplo, el ciso (Cissus antarctica), la tradescantía (Tradescantia purpúrea), la hiedra (Hedera helix), la campanilla (Campanula isophylla), el ficus rastrero (Ficus repens), el romero rastrero (Rosmarinus officinalis ‘Postratus’) o la planta del dinero (Plectranthus Australis), entre otras.
En general, las plantas colgantes son robustas y su cultivo es relativamente sencillo. Por ello, son vegetales apreciados en jardinería y paisajismo para engalanar terrazas y balcones, así como para la realización de composiciones florales en relación con elementos de interés como muretes o árboles singulares.
Pero, en cualquier caso, habrá que tener en cuenta una serie de consejos que posibilitarán que el crecimiento y desarrollo de estas plantas colgantes sean óptimos.
De esta manera, a pesar de sobrevivir en entornos con bajo aporte lumínico, las plantas colgantes adquirirán su máximo esplendor en entornos con una luminosidad adecuada. En cualquier caso, habrá que evitar, en la medida de lo posible, la incidencia directa de los rayos solares.
Además, estos vegetales no precisan un riego excesivo. De hecho, si esto ocurre, muchas de estas plantas sufren un amarillamiento de sus hojas inferiores que, con el tiempo, tenderán a caer.
Por otra parte, la acumulación de agua alrededor de las raíces puede promover la infección de estos vegetales por parte de hongos que, a posteriori, puede generar que la planta se pudra. Lo que si se aconseja es pulverizar las hojas de las plantas colgantes con agua tibia un par de días a la semana.
En general, estos vegetales prefieren temperaturas suaves que ronden los 20 ºC. Aun así, es posible que cada especie requiera una temperatura en concreto, siendo un ejemplo la hiedra que opta por entornos con una mayor frescura, donde las temperaturas se sitúen en los 16 ó 18 ºC.
Por último, es conveniente proteger este tipo de vegetales de flujos de aire, en especial los muy fríos.
En resumen, tomando en cuenta una serie de sencillos consejos, las plantas colgantes pueden ser una elección sumamente interesante para embellecer no sólo terrazas o balcones, sino también determinados entornos ajardinados.