El pasado 24 de abril de 2021 se conoció el fallecimiento de Christopher Baasch, paisajista estadounidense asentado en Venezuela desde hace más de 40 años. En Paisajismo Digital rendimos tributo a la trayectoria del paisajista nacido en California, cuya especialidad era el diseño de jardines en áreas privadas.
¿Quién fue Christopher Baasch?
Christopher Baasch nació en California, Estados Unidos, creciendo en una familia amante de las plantas y de los jardines. Fue así como, desde niño, se interesó por la botánica, fascinado por los espacios verdes ornamentales. Sus abuelos residían en Nueva York y Long Island y compartían la pasión de la familia por la naturaleza, por lo cual Baasch vivió siempre rodeado de jardines.
En 1974, después de graduarse como horticultor ornamental en la Universidad Politécnica de California, Baasch viajó a Venezuela para reunirse con sus abuelos y otros familiares. Luego de varias semanas en territorio caribeño, el paisajista decidió radicarse en Venezuela, pues quedó “maravillado” por la fantástica variedad vegetal existente en el país.
Tras un par de años estudiando las características del suelo y el clima venezolanos, Chris comenzó a trabajar en el diseño y mantenimiento de jardines residenciales. Compró una casa en la ciudad de Valencia (estado Carabobo) y sacó provecho de la facilidad de adaptación de las especies vegetales en el país. Fue así como, además de cientos de plantas nativas, Baasch comenzó a utilizar otras plantas endémicas del Caribe y de Europa para sus proyectos.
En la década de 1980, el paisajista norteamericano comenzó a diseñar jardines pequeños, principalmente en zonas residenciales. Asimismo, se especializó en el mantenimiento de plantaciones ornamentales privadas, con trabajos orientados a la incorporación y resguardo de especies endémicas y exóticas dentro del territorio venezolano.
La labor paisajista de Christopher Baasch
Gracias a sus trabajos en jardines residenciales, la labor paisajista de Christopher Baasch se hizo conocida en Venezuela y algunas islas del Caribe. Su filosofía de trabajo siempre siguió esta premisa: “los jardines nutren el alma“, y por eso siempre procuró crear eso, espacios para el alma, donde no solo se plantaran especies vegetales con fines comerciales o estéticos, sino para proporcionar “refugios de paz“, donde realmente pudiésemos “tranquilizarnos y recargar energías de forma natural”.
Entre sus trabajos en jardines ornamentales podemos destacar una remodelación muy particular. En 2005, Chris renovó el jardín de la Casa Cisneros, incorporando decenas de plantas tropicales en una área privada. El jardín resaltó la exuberancia de las especies tropicales gracias al clima de montaña de Caracas, nutriéndose de la frescura de los valles altos venezolanos.
Otro de sus trabajos destacados en áreas privadas lo completó en 2008. En esa ocasión, el paisajista diseñó las áreas verdes del Hotel Las Villas, Eco Inn, ubicado en Araure, estado Portuguesa. El objetivo de este proyecto fue “construir un espacio confortable que aislara la zona social de la zona residencial”. Para ello, el paisajista optó por la implementación de colores y texturas llamativas para “generar un oasis tropical en el medio de una ciudad con períodos anuales prolongados de lluvia y sequía”.
Jardines para la eternidad, el legado de Chris Baasch
Uno de sus últimos proyectos fue lo ejecutó en 2015, en la Central Azucarera de Acarigua, también en el estado de Portuguesa. En un clima tropical al nivel del mar, el jardín fue diseñado para “ser impactante visualmente, pero con bajo requerimiento de mantenimiento y habilidades en el mismo”.
Para Christopher Baasch, siempre fue vital seleccionar las plantas en función de las condiciones climáticas del lugar. Así era posible garantizar el desarrollo y perdurabilidad del jardín. De este modo, el paisajista norteamericano dedicó su vida al estudio horticultor y al diseño de jardines ornamentales, espacios para la eternidad que permitirán recordar su amor por las plantas, rescatando la conexión con la naturaleza en áreas urbanas.
Conclusiones de un paisajista
Chris falleció el pasado 24 de abril, cuando unos asaltantes irrumpieron de madrugada en su residencia, ubicada en Naguanagua, estado Carabobo, para robar la propiedad. Las autoridades locales ya esclarecieron el hecho, capturando al presunto autor material del crimen.
Bien se tratara de un jardín minimalista o un espacio exuberante; de un jardín formal o un área natural, para Chris, el propósito del diseño, construcción, remodelación o mantenimiento de cada jardín siempre fue el mismo: “crear un espacio que llevara paz al alma de las personas que lo utilizan o lo visitan”. De este modo, también nutrió su alma y espíritu. Ahora, diseñará jardines en el paraíso.