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El diseño paisajista como solución al cambio climático

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Las principales ciudades del mundo viven en constante evolución y cambio a partir del crecimiento demográfico y las necesidades básicas del entorno. Durante el último siglo, el paisaje urbano ha debido adaptarse no solo al desarrollo tecnológico, sino también a los procesos ambientales que demandan una solución al cambio climático.

De acuerdo con las Naciones Unidas, el cambio climático tiene que ver con las modificaciones a mediano y largo plazo que sufren la temperatura y los factores climáticos de la Tierra. Estos cambios se producen de forma natural, a partir del constante proceso evolutivo del planeta que implica, entre otros fenómenos, el vulcanismo y la actividad tectónica, o mediante la acción del ser humano.

Este último factor ha acelerado los efectos del cambio climático desde finales del siglo XIX, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, lo cual incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero y, con ello, las temperaturas en la biosfera. ¿Cómo ha evolucionado el diseño paisajista para buscar soluciones al cambio climático? En Paisajismo Digital repasamos las claves de la arquitectura paisajista para construir las ciudades del futuro.

La solución al cambio climático, un objetivo mundial

solución al cambio climático
Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

De acuerdo con Naciones Unidas, la temperatura media de la Tierra es, actualmente, 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX, previo a la revolución industrial y más elevada que en los últimos 100000 años. En ese sentido, la última década (2011-2020) fue la más cálida registrada y los últimos cuatro decenios han registrado temperaturas mayores a cualquier otra década desde 1850.

Con un planeta cada vez más caliente, las condiciones para la vida humana son más complejas. Las consecuencias del cambio climático producen sequías intensas, escasez de agua, incendios forestales graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad, entre otros fenómenos climáticos.

Por ello, es necesario preparar a las ciudades del futuro para combatir los efectos del clima. Construir urbes sostenibles, en donde el ser humano reduzca las emisiones de gases contaminantes y el consumo energético es fundamental para mitigar los efectos del cambio climático. No en vano, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es «Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación». La arquitectura paisajista puede ser una gran aliada para alcanzar esta meta.

Los objetivos del paisajismo como solución al cambio climático

Los incendios forestales, uno de los enemigos a combatir

El propósito del paisajismo para mitigar el cambio climático es crear estrategias para la construcción de entornos que mejoren la calidad de vida de sus habitantes. Al respecto, la arquitecta argentina Sofía Charró, actualmente radicada en Nueva York, recalca la importancia de formular proyectos destinados a repensar el rol de la ciudad y la movilidad urbana, buscando soluciones innovadoras para vivir en un entorno más sostenible.

En una entrevista para el portal iProUP, la egresada de la Universidad de Buenos Aires explica que el diseño paisajista se ha amoldado para trabajar en conjunto con ingenieros, expertos en resiliencia y científicos, entre otros campos de especialidad en equipos multidisciplinarios capaces de «articular la visión para responder a distintas problemáticas específicas de cada sitio a través de la arquitectura». Así, el diseño paisajista se traza objetivos básicos tales como:

Mitigar el calor urbano

Hacer a las ciudades menos calurosas y con más oxígeno es clave para frenar el cambio climático. Es por ello que muchos proyectos buscan recuperar las áreas verdes, sembrando plantas nativas y otras especies que puedan sobrevivir en la ciudad para mejorar la calidad del aire y frenar el calentamiento urbano. Además, se prevé la conservación de las zonas verdes con infraestructura capaz de resistir futuras inundaciones y tempestades.

Mejorar la calidad del aire

Foto: Depositphotos

De igual manera, las plantas ayudan a reducir las emisiones de dióxido de carbono proveniente del tráfico automotor y de las industrias. El verde llega a las ciudades no solo mediante parques y jardines convencionales, sino también a través de muros vegetales y techos verdes. De acuerdo con Charró, se trata de «repensar la relación usuario-vida urbana, reconociendo una ‘nueva naturaleza’, una nueva identidad urbana verde fundada en la protección de la biodiversidad local».

Regular el consumo energético

A su vez, los proyectos paisajistas como solución al cambio climático implementan sistemas para la recolección de agua de lluvia y su reutilización para riego y otros usos, así como jardines de lluvia o raingardens, canteros de infiltración y el uso de pavimentos permeables. Todo esto busca aprovechar al máximo el agua disponible, en aras de regular el consumo energético. También, por supuesto, las zonas verdes en edificaciones ayudan a reducir el gasto eléctrico durante el día.

Desafíos del diseño paisajista como solución al cambio climático

El calor incrementa gradualmente en las ciudades

Por otra parte, la arquitecta argentina Sofía Charró reconoce los principales desafíos del diseño paisajista en la época actual. De acuerdo con la urbanista, el primer paso tiene que ver con estudiar entornos afectados por inundaciones y sequías, otros fenómenos meteorológicos más violentos, y la subida del nivel del mar. Así es posible diseñar espacios que prevengan este tipo de sucesos, sin afectar la estética y optimizando la calidad de vida de los habitantes.

«Creo que como profesionales debemos bifurcar la respuesta: por un lado, ayudando a que aquellos afectados sanen y, por el otro, creando respuestas resilientes que ayuden a proteger a las comunidades locales», argumentó en su charla con iProUP.

Actualmente, la arquitecta trabaja en un plan a gran escala situado sobre la Bahía de San Francisco. «En estrecha colaboración con ingenieros y expertos en aumento del nivel del mar, estamos elevando la recolección de agua pluvial como uno de los principales conductores del diseño», detalló.

Por su parte, en Uruguay ha trabajado en conjunto con la intendencia de Paysandú para elaborar el masterplan del borde costero. «Los efectos de las crecidas del río e inundaciones se potencian con el crecimiento de la ciudad y con una comunidad dominada por el uso del auto. Nuestra respuesta y estrategia general es conformar un borde que active, proteja y conecte el frente con la comunidad local. Pensar una pieza de borde ‘viva’, dinámica, que permita adaptarse a los distintos niveles del río», explicó.

Conclusiones de un paisajista

Como solución al cambio climático, el diseño paisajista debe reinventarse a través de proyectos que maximicen los recursos locales sin afectar el ecosistema. Promover el cuidado de la biodiversidad y utilizar los criterios de sostenibilidad al servicio del diseño (no al revés) es clave para definir los paradigmas de la arquitectura del presente, con a mirada en un futuro mejor para todos.

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