En la última década, los techos verdes en España han pasado de ser una novedad a un complemento habitual en edificios y residencias. Con un mercado creciente en una economía en riesgo, las dudas sobre la eficacia de esta técnica paisajista son muchas. ¿Son realmente una solución ambiental los jardines en azoteas? En Paisajismo Digital analizamos la funcionalidad de esta alternativa urbana sostenible.
Los techos verdes en España, sin normativa específica
El desarrollo urbano sostenible es el presente y el futuro del crecimiento de las principales ciudades del mundo. En España, las cubiertas vegetales se han afianzado durante el siglo XXI como una alternativa ecológica para mermar la contaminación y el consumo energético.
Hoy día es posible observar jardines verticales y techos verdes en España en los grandes centros urbanos del país, como en la capital, Madrid, en Andalucía y en Cataluña.
No obstante, aún no existe una normativa oficial por parte del gobierno para legalizar la instalación de cubiertas verdes como alternativa sostenible e, incluso, como una obligación en grandes edificaciones, tal y como ocurre en naciones como Canadá, Argentina, Alemania, Dinamarca y Francia.
Grupos y asociaciones como la Comunidad Verde (con sede en Madrid) y la Asociación Española de Cubiertas Verdes (ASESCUVE, con sede en Barcelona) han surgido con base en la necesidad de contar con normativas, metodologías y tecnologías de punta en la construcción de jardines verticales y techos verdes, teniendo como modelo los trabajos realizados en ciudades como París y Copenhague.
Con un mercado en auge, a pesar de la inminente recesión, la industria verde mantiene firme su apuesta por las cubiertas vegetales y, más allá de las críticas y el escepticismo que generaron estas técnicas sostenibles hace algunos años, hoy es menos común escuchar argumentos contrarios sobre la rentabilidad y eficacia de las cubiertas verdes en los centros urbanos.
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¿Por qué instalar jardines en los tejados?
La expansión de las áreas urbanas cada vez hace más difícil contar con espacios verdes en las ciudades. Por esto, muchos urbanismos se convierten en auténticas “junglas de asfalto”, agobiadas por las altas temperaturas, la pésima calidad del aire y una contaminación imparable.
Las cubiertas vegetales ayudan a mitigar los efectos del crecimiento urbano. Fenómenos como la isla de calor y el efecto invernadero se reducen hasta en un 40% gracias a los techos verdes y jardines verticales.
A su vez, estas obras ayudan a retener hasta un 50% de aguas pluviales, permitiendo canalizar los sistemas de drenaje y potabilización.
Además, edificios cubiertos parcial o totalmente con plantas son de gran ayuda para reducir la contaminación atmosférica y sónica en calles y avenidas. Los muros funcionan como esponjas, atrapando partículas de polvo y cenizas mientras liberan oxígeno, mermando así la producción del terrible dióxido de carbono. De igual manera, las cubiertas vegetales pueden reducir el ruido urbano hasta en 50 decibelios.
Y, lo más importante, los jardines en muros y tejados racionan el consumo energético en las edificaciones. Al absorber calor, las plantas regulan la temperatura interna de la infraestructura, evitando la absoluta dependencia de aires acondicionados. Asimismo, protegen paredes y azoteas del deterioro causado por el sol y la lluvia.
Estética contra mantenimiento
Un mito sobre los techos verdes y jardines verticales es que “funcionan de maravilla como elemento estético, pero cuestan mucho, duran poco y su mantenimiento es complicado e igualmente costoso“.
Ciertamente, cubrir una azotea con grava es más barato, pero su durabilidad y mantenimiento es inferior al ofrecido por las cubiertas vegetales.
La clave del éxito en la construcción de un techo verde o pared vegetal radica en el estudio previo del entorno. Si no se escogen las plantas adecuadas para sobrevivir sin problemas al clima local será prácticamente imposible que la cubierta vegetal perdure.
En México, por ejemplo, muchos ciudadanos se han quejado del “fracaso” de algunos muros vegetales instalados en la capital, pues las plantas se han marchitado rápidamente y los sistemas de riego no han cumplido su cometido. Por el contrario, hoy es posible ver cubiertas que lucen como gigantescos parches de moho sobre las estructuras de cemento.
Esto suele ocurrir por tres factores fundamentales: un diseño erróneo del tipo de cubierta instalada para los propósitos concebidos; la improvisación con respecto a las especies vegetales a sembrar y el abandono o falta de mantenimiento.
Además del estudio de la vegetación (densidad, variedad y tamaño) y del sustrato (espesor) también es necesario implementar los sistemas de construcción, impermeabilización y riego adecuados a las características de la estructura. Esto permitirá ahorrar recursos para su mantenimiento, pero no por ello las cubiertas deben abandonarse a su suerte.
Como toda área verde, estas estructuras requieren atención frecuente para cumplir con su labor descontaminante y biosostenible. De lo contrario, más temprano que tarde, toda la belleza y utilidad de techos verdes y jardines verticales se echará por tierra.
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Techos verdes intensivos, extensivos e integrales
Para construir techos verdes en España y en cualquier parte del mundo es fundamental saber qué tipo de estructura instalar. Escoger el sistema y materiales adecuados hará la diferencia al momento de considerar un edificio como realmente ecológico. Del mismo modo, la adecuada selección de técnicas y recursos es vital para ahorrar costos de construcción y mantenimiento.
Existen tres tipos de techos verdes recomendados para su construcción en centros urbanos. Ellos son:
Techos verdes intensivos
Son estructuras diseñadas para reemplazar periódicamente las plantas sembradas. En ellos el fin estético prima sobre la sostenibilidad, implicando mayores costos de mantenimiento. Estos techos verdes suelen instalarse en azoteas privadas exclusivas y se diseñan como jardines visitables.
En promedio, estos techos verdes soportan un total de de 730 kilogramos de plantas por metro cuadrado. El costo promedio de instalación es de 150 euros por m².
Techos verdes extensivos
Los techos verdes extensivos son los más recomendables para edificios comerciales y residenciales. Se planifican para minimizar costos de construcción y mantenimiento, por lo cual solo requieren cuidados anuales.
Al contrario de los techos verdes intensivos, estos jardines son más “salvajes”, por lo cual no pueden ser recorridos o visitados por el público. Por el contrario, funcionan como una terraza bio sostenible. Aquí pueden instalarse hasta 120 kilogramos de verde por metro cuadrado, con la mitad del costo de un techo intensivo (75 euros por m²)
Techos verdes integrales
Los techos verdes integrales utilizan tecnología denominada comprehensive roofing (techado integral). Gracias a esta es posible plantar una variedad y cantidad mayor de plantas (hasta 220 kilogramos por metro cuadrado), en un espacio de características muy similares a la de un techo verde extensivo. Aquí, el costo oscila entre los 90 y 100 euros por m².
Techos verdes en España como solución ambiental
Los techos verdes en España ya son parte del paisaje urbano cotidiano. Obras como la cubierta vegetal del Banco Santander en Boadilla del Monte (Madrid) son un excelente ejemplo. Allí, decenas de especies vegetales fueron sembradas en un muro de 90000 metros cuadrados.
Otro referente son los techos verdes instalados por el paisajista catalán Marc Gran, quien apuesta por colocar jardines en los techos de autobuses y otros vehículos de gran tamaño. Con estos jardines rodantes, también instalados en edificios y casas, se garantiza un 33% de ahorro energético y la optimización de la calidad del aire.
En Ibiza, por su parte, destaca la cubierta vegetal instalada en el aeropuerto de la ciudad. Esta se construyó con la finalidad de refrescar un área terriblemente calurosa.
Madrid y Barcelona toman la batuta
El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha el plan “Rehabilita 2020“. Por medio de este se busca destinar una partida presupuestaria de 15 millones de euros para, en líneas generales, “la eficiencia energética y sostenibilidad”.
En este sentido, la instalación y conservación de jardines verticales y techos verdes es trascendental. Los objetivos son promover la conservación ambiental, mejorar la eficiencia energética y mejorar la calidad de vida en la ciudad.
Con las tecnologías implementadas en cubiertas y fachadas vegetales, además de auspiciar el aislamiento térmico, se modernizan las estructuras, haciéndolas más confortables y sostenibles.
En Barcelona, por su parte, el Ayuntamiento también apuesta por las azoteas verdes como solución ambiental. Un total de 10 edificios residenciales contaran con azoteas verdes, parcialmente subvencionadas por el gobierno. A mediados de 2021 debería estar completada la obra.
Cada cubierta, en promedio, mide 700 metros cuadrados, con un coste total de 150000 euros. Las cubiertas permitirán impermeabilizar los edificios, declarados patrimonio de Cataluña. También se instalarán paneles solares en cada terraza.
Desde septiembre de 2020, el Ayuntamiento catalán promoverá la Ordenanza de cubiertas, en aras de impulsar decenas de proyectos en toda Cataluña.
Una conclusión paisajista
De este modo, los techos verdes en España han llegado para quedarse. Gobierno y empresa privada esperan trabajar conjuntamente, en los próximos años, para oxigenar al país con áreas verdes urbanas, construidas bajo criterios eco sostenibles.
En el blog de Paisajismo Digital te mantendremos al tanto sobre los principales proyectos desarrollados en Europa y el mundo relacionados con la jardinería paisajista y la conservación ambiental. Recuerda visitar nuestro Campus Virtual, allí podrás consultar nuestros cursos online disponibles para que aproveches tu tiempo en casa. ¡Hasta la próxima!