Villa Cimbrone es una villa histórica ubicada en Ravello, en la costa de Amalfi, en la región sur de Italia. Construida alrededor del siglo XI, la villa es famosa por su mirador panorámico, la Terrazza dell’Infinito (Terraza al Infinito), además de su espectacular jardín. En Paisajismo Digital te llevamos a conocer Villa Cimbrone Gardens, una joya natural llena de historia y misticismo. ¡Vamos allá!
Breve reseña histórica de Villa Cimbrone Gardens
La Villa Cimbrone fue construida en un afloramiento rocoso conocido como ‘Cimbronium’, del cual toma su nombre, en Ravello, aproximadamente en el siglo XI. Las primeras referencias apuntan a la familia Accongiogioco, una familia noble del sur de Italia que administraba la villa. Posteriormente, la propiedad pasó a manos de la familia Fusco, que también se registran como propietarios de la iglesia local de San Angelo de Cimbrone en el siglo XIII.
A mediados del siglo XIV, la villa pasó a formar parte de los terrenos anexos al monasterio de Santa Chiara de Nápoles. Los propietarios de la villa desde el siglo XVII son inciertos, de acuerdo con los registros históricos de la propiedad, pero sí está claro que, en la segunda mitad del siglo XIX, la familia Amici de Atrani se hizo con su administración, una época en la cual la estructura sufrió un profundo deterioro, convirtiéndose en una especie de granja en ruinas.
Fue así como, en el siglo XX, la villa sufrió una profunda remodelación por Ernest William Beckett, banquero británico y político conservador que se sentó en la Cámara de los Comunes desde 1885 hasta 1905, cuando heredó la nobleza de Grimthorpe. Después de comprar la villa en 1904, Beckett introdujo elementos arquitectónicos recuperados de otras partes de Italia y Europa, alterando casi en su totalidad la estructura original.
Así son los jardines de Villa Cimbrone Gardens
El mismo Beckett se encargó de reconstruir los jardines y, aunque la villa se convirtió en un hotel en los años 60′, los jardines permanecieron abiertos al público hasta la actualidad. El diseño base de los jardines fue concebido por Nicola Mansi, un sastre-barbero-constructor de Ravello a quien Beckett había conocido en Inglaterra.
Mansi comenzó a trabajar en la restauración y ampliación de la villa y los jardines en la primera década del siglo XX con un ambicioso programa de obras que incluyó la construcción de almenas, terrazas y claustro en una mezcla de estilos arquitectónicos gótico, morisco y veneciano.
Los jardines, que se extienden a lo largo del acantilado, fueron remodelados de manera similar. Beckett tenía fama de ser el padre de Violet Trefusis, una socialité y escritora inglesa. Gracias a ella, la escritora y diseñadora de jardines británica Vita Sackville-West participó en el diseño final de los jardines,
De este modo, Villa Cimbrone Gardens incorporó una notable colección de glicinas, cipreses y árboles del amor (Cercis siliquastrum), entre otras especies endémicas de la región napolitana. Asimismo, estos espacios verdes poseen muchos elementos interesantes como estatuas, pequeños templos, fuentes, cuevas naturales y varias obras de arte.
Qué ver en Villa Cimbrone Gardens
Cuando llegas a loa jardines recibes un mapa y un folleto con información para tener una idea de los puntos clave del recorrido. Aunque hay muchos espacios de interés, la mayoría de sus áreas terminan conduciendo al mirador, donde la vista se pierde en la inmensidad del Golfo di Napoli y el mar Mediterráneo. Las principales atracciones del recorrido son:
El claustro: ubicado justo al inicio de la visita, muy cerca del lugar donde se compran las entradas, se encuentra un pequeño claustro que es uno de los pocos elementos sobrevivientes del diseño medieval. Este cuenta con un magnífico pozo cubierto en el centro y las paredes del claustro están ricamente ornamentadas con bajorrelieves importados y terracota antigua, siendo el más notable un azulejo del famoso Luca Della Robbia, escultor y ceramista italiano.
La cripta: construida en estilo gótico, inspirada en el medioevo, pero completada entre 1907 y 1911. La cripta se encuentra justo debajo del claustro, en la entrada principal.
La ‘Avenida de la Inmensidad’: es un pasillo que lleva desde la entrada hasta la ‘Terraza al Infinito’, cubierta con flores moradas (durante la primavera y el verano) y decorada con hortensias en los laterales.
La ‘Terraza al Infinito’: es un balcón adornado con los bustos de 18 estatuas de mármol. Desde este mirador es posible disfrutar de la Costa Amalfitana durante los días despejados.
El Templo de Baco: su diseño fue inspirado en la época clásica, con ocho columnas de estilo dórico. Rodeado de árboles, este sitio, junto con la terraza, es de los más populares del recorrido.
La ‘Avenida de las Hortensias’: es un espacio que cobra interés durante el verano y a principios del otoño, época en la que estas especies alcanzan su máximo esplendor.
‘Stanza del té’: es un área rodeada de un jardín de estilo italiano abarrotado por rosales centenarios. En el centro hay una fuente de mármol con figuras en relieve, un espacio construido para sentarse a tomar el té por la tarde, antes de la caída del sol.
Más sobre este fantástico complejo botánico
“Hace 25 años, una revista americana me preguntó cuál era el lugar más hermoso que había visto en todos mis viajes y dije que la vista desde el mirador de Villa Cimbrone en un brillante día de invierno cuando el cielo y el mar eran cada uno de ellos de un azul tan vívido que no era posible distinguir uno del otro”, comentó el reconocido periodista estadounidense Gore Vidal tras su visita al jardín.
Y es que, más allá de su historia, la vista privilegiada de Villa Cimbrone Gardens siempre ha maravillado a los visitantes desde hace siglos. La Viale dell’Immenso (Avenida de la Inmensidad) cuenta con una pérgola que brilla en verano, cuando las glicinas blancas y azules están en plena floración. Los jardines también están adornados con templos, estatuas y otras recreaciones que le dan una sensación claramente clásica.
Hace un siglo, poco después de que el barón de Grimthorpe la renovara, la Villa Cimbrone se convirtió en un refugio popular para el famoso Grupo Bloomsbury de Londres, un círculo de intelectuales de principios del siglo XX en el que figuraban Virginia Woolf y Lytton Strachey.
Villa Cimbrone Gardens también sirvió como refugio romántico para Greta Garbo, la bella y solitaria actriz sueca, que silenciosamente se fugó allí en febrero de 1938 con la intención de casarse con Leopold Stowkowski, el director de orquesta británico-estadounidense que escribió y produjo la música de la película Fantasía de Walt Disney. La villa fue vendida en los años 70 a la familia Vuilleumier, que la utilizó primero como casa familiar privada y durante los últimos años como hotel.
Cómo llegar a Villa Cimbrone Gardens
Villa Cimbrone está abierto desde las 9:00 a.m. hasta las 5:00 p.m. (GMT+1) durante los meses de verano. En invierno, el horario se reduce notablemente en función de las condiciones climáticas. De hecho, la villa está cerrada al público desde el 8 de enero al 1 de marzo cada año, debido a las fuertes heladas.
La entrada tiene un valor de 10 € por persona (adultos) y no es necesario reservar con antelación, se puede comprar justo en la puerta de los jardines. Los niños menores de 12 años y los grupos de diez o más personas cuentan con descuentos especiales. Además, puedes adquirirlas a través de la web oficial del hotel, donde puedes conocer todos los servicios disponibles.
Conclusiones de un paisajista
Las maravillosas vistas de la Terraza al infinito, las innumerables estatuas de estilo romano, las cuevas, templetes y el aroma de la vegetación mediterránea del jardín confieren la pausa y el glamour característico de la costa de Amalfi a Villa Cimbrone Gardens. Sin duda, se trata de un destino imperdible para los amantes de la naturaleza.
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