Once años más tarde los pinos habían sido talados a hecho, momento tras el cual se inicia un proceso espontáneo de regeneración, lo que en ecología se denomina sucesión secundaria, que se pretende agilizar con la intervención acometida. En la siguiente foto aérea se aprecia la ausencia de pinos y la cobertura herbácea generalizada.
La Glorieta (Muskiz, Bizkaia) 31-12-2001
Además de la revegetación general, otro objetivo fue anular una parte de las muchas pistas abiertas por las motos, que facilitaban la erosión y el asentamiento de plantas invasoras. En esta foto tomada cinco años más tarde se puede comprobar la concentración de pistas de rodadura.
La Glorieta (Muskiz, Bizkaia) 31-12-2006
Desde la Corporacion Municipal se decidió reservar una parte de las pistas como circuito de paseo a pie o en bicicleta de montaña, para facilitar el acceso y mejorar su uso como tal. En la siguiente foto aérea se puede apreciar su trazado, desbrozado periodicamente.
La Glorieta (Muskiz, Bizkaia) 31/12/2009
Desde TALAIA SL han abordado el proyecto estudiando la vegetación espontánea y las condiciones ambientales del enclave, para después plantear la cohorte de árboles y sobre todo de arbustos adecuada para ser plantados en cada porción de terreno.
De todas las pistas a revegetar, la que discurría por la cara oeste de La Glorieta (en rojo en la foto anterior) era sin duda la más problemática, puesto que era la de mayor pendiente, y su carencia de suelo fértil era total, con afloramiento de arcillas y margas compactadas. Tan solo crecían macollas aisladas de genista (Genista occidentalis), brezo (Erica vagans) y lastón (Brachipodium pinnatum) con algún pie aislado de aladierno (Rhamnus alaternus), especies todas ellas típicas de taludes y terrenos deforestados de la órbita del encinar. En las proximidades aparecían no obstante sauces, madroños y endrinos además de pies dispersos de especies arbóreas de origen exótico plantadas años atrás.
La intervención consistió en plantar las mismas especies autóctonas que allí crecen acompañadas de otras típicas de la misma serie de vegetación, tales como la propia encina (Quercus ilex) o la madreselva Lonycera etrusca, una trepadora de fuerte carácter mediterráneo que producimos en nuestros viveros de Liendo a partir de semillas de ejemplares de Punta Lucero y Janeo, dos montañas cercanas a La Glorieta.
La densidad de planta se determinó muy alta, de dos a cuatro plantas por metro cuadrado, para lograr una cobertura total y lo más rápida posible del suelo, que impidiera la instalación de adventicias oportunistas o invasoras. En el inicio y al final de la pista se plantaron líneas de espino albar (Crataegus monogyna) y rosal (Rosa canina) para enmarañar y dificultar el acceso. Todos los brinzales se dispusieron sin marco geométrico de plantación, para imitar el «desorden» de la regeneración espontanea del matorral y el bosque.
La plantación se acometió en enero de 2010, y aunque los chavales siguen frecuentando la senda en sus juegos estivales -algo tan enriquecedor para la infancia y que ya resulta tan difícil de practicar en nuestras ciudades- la pista se ha cerrado y cubierto de una densa capa verde que estos días está floreciendo y brotando, cobrando un aspecto magnífico.
En la última vista aérea de que disponemos ya se aprecia la revegetación de las pistas anuladas y comienza a hacerse patente el crecimiento del matorral y el arbolado autóctonos plantados en el conjunto de la parcela.Merece la pena reseñar asímismo que no se ha observado la implantación de especie invasora alguna en esta porción de la parcela, lo cual era otro de los objetivos a lograr con la plantación
La Glorieta (Muskiz, Bizkaia) 25/08/2010
TALAIA seguirá estudiando otras zonas de este cerro de La Glorieta, que aunque ubicado en el centro del conjunto urbano, supone un hito en la experimentación en regeneración del robledal y el encinar, nuestros más típicos bosques vascocantábricos, y un excelente espacio de disfrute de nuestros ecosistemas y de educación ambiental para la ciudadanía.
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