El JARDÍN BOTÁNICO DE BUENOS AIRES invita a conocer sus verdes tesoros.

Este bello entorno de alrededor de 7 hectáreas creado por Carlos Thays, no sólo muestra la flora característica de las distintas regiones de Argentina, sino que también acoge plantas procedentes de África, Oceanía, Asia, América y Europa.

Así pues, algo más de 5500 especies vegetales están representadas en este Jardín Botánico de Buenos Aires situado en el barrio de Palermo.

Varios jardines de diferentes características componen este impresionante entorno. De esta manera, el equilibrio simétrico impregna el jardín francés; árboles como el laurel (Laurus nobilis), los cipreses (Cupressus sempervirens) o los álamos (Populus alba) se reúnen en el jardín romano y la armonía de las especies vegetales orientales reinan en el jardín de estilo oriental.

Pero, además, en el Jardín Botánico de Buenos Aires se puede disfrutar de 5 invernaderos donde se crea un ambiente adecuado para que vegetales tropicales y subtropicales puedan desarrollarse junto a suculentas, bulbosas y cactus.

Intercaladas entre tanta belleza vegetal se localizan 33 obras. Por tanto, aquellas personas que se pierden por sus senderos podrán disfrutar de monumentos, esculturas y bustos situados estratégicamente en diferentes espacios. Entre estas obra de arte destacan, por ejemplo, una representación en mármol de Venus de Medici y la estatua denominada El mensaje de Mercurio, dios romano del comercio.

Por otra parte, periódicamente, se organizan talleres, visitas y diferentes programas educativos, siendo una buena manera de conocer más a fondo la flora que habita en este entorno.

La entrada al Jardín Botánico de Buenos Aires es gratuita. Se puede visitar hasta las 18:00 todos los días de la semana en invierno, abriendo sus puertas a las 08:00 de lunes a viernes, a las 09:30 los sábados y domingos y a las 11:00 los festivos. En verano, en cambio, la hora de cierre se amplía una hora, hasta las 19:00.

En definitiva, quienes se acerquen a la ciudad de Palermo no pueden dejar de acercarse a su Jardín Botánico. Seguro que quien se pierda por sus senderos quedará gratamente satisfecho.