EL SANTUARIO DE MEIJI deslumbra a sus visitantes

EL SANTUARIO DE MEIJI

Ubicado en el parque de Yoyogi  (  ) de Tokio, bosque de unos 700.000 m² de superficie y compuesto por 120.000 árboles de 365 especies, recibe anualmente una gran cantidad de visitantes.

Este lugar sagrado se construyó en homenaje al emperador y a la emperatriz Meiji y presenta dos áreas características, un espacio interior denominado Naien y el recinto exterior o Gaien.

La primera zona comprende las edificaciones del Santuario de Meiji   y el Museo del Tesoro, erigido al estilo “azekura-zukuri”. El área externa está compuesta por varios espacios deportivos como, por ejemplo, el Estadio nacional, además de otros recintos como la Galería Pictórica Meiji.

Una de las mayores bellezas de este lugar es el jardín interior, Jingu Nai-en o Goyen. Una de sus principales particularidades es que a finales de junio los lirios (Lirium spp.) inundan este terreno, conformando lo que se conoce como Iris Garden (Minami-ike Shobuda). La entrada a ese lugar cuesta 500 yenes (alrededor de 4 €).

Tampoco hay que olvidar mencionar las puertas al santuario, Minami Shinmon, Gehaiden y Otorii que fue erigida empleando un ciprés japonés (Cryptomeria japonica) procedente del monte Tandai de Taiwán.

El bosque que rodea al Santuario de Meiji sirve de residencia a múltiples especies de aves. De hecho, en la charca del Norte junto al Museo del Tesoro suelen observarse, principalmente en invierno, patos mandarín (Aix galericulata).

El santuario puede visitarse sin pagar precio alguno pero la entrada a determinados espacios, como por ejemplo al Museo del Tesoro, cuesta 500 yenes (unos 4 €).

Por último, sólo queda mencionar que el horario de apertura de este espacio es de 5:40 a.m. a 5:20 p.m en primavera y otoño. Mientras que, en verano abre sus puertas de 04:00 a.m. a 5:00 p.m y en invierno de 06:00 a.m- a 5 p.m.

Así pues, aquellas personas que decidan visitar Japón, no pueden dejar de perderse por el Santuario de Meiji y sus alrededores. La paz, misticismo y belleza que emanan causarán un efecto inolvidable en todos sus visitantes.