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La DRÁCENA, una especie ideal para entornos húmedos

Drácena en un patio sevillano
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Esta planta ofrece, con unos sencillos cuidados, una gran belleza al entorno en el que se asienta, siempre que no se le administre un aporte de agua excesivo.

Este arbusto de crecimiento lento que dispone de uno o varios troncos pertenece un género, Dracaena, en el que se agrupan unas 40 especies de arbustos y árboles. Todos ellos se engloban en la familia Asparagaceae.

Drácena en un patio sevillano
Drácena en un patio sevillano
Drácena en Palacio de Dueñas
Drácena en el Palacio de Dueñas de Sevilla

Una de las particularidades de la drácena (Dracaena marginata) es que no precisa una gran cantidad de espacio para crecer, puesto que se desarrolla sobre todo en altura, llegando a alcanzar los 2 metros con facilidad.

Así mismo, mención especial merecen sus hojas que son lineales y poseen una forma característica que asemeja a una lanza, denominándose por ello lanceoladas. Poseen unas dimensiones de 2 a 7 cm de ancho y de 30 a 90 cm de longitud, presentando un típico borde rojo.

Respecto a los requerimientos ambientales para el crecimiento de la drácena, es importante precisar que necesita una temperatura mínima de 15 ºC para desarrollarse.

Pero, a su vez, es más resistente que otros vegetales a los terrenos secos y al bajo aporte hídrico. Aunque, es importante que la tierra en la que se asienten esté siempre húmeda.

Además, es conveniente no localizar estas plantas de manera que sobre ellas incida directamente el sol, ya que sus hojas podrían quemarse en esta situación. Aun así, precisan de una iluminación adecuada.

De la misma manera, la drácena no soporta las corrientes de aire. Pero, por el contrario, necesita una alta humedad para su correcto crecimiento. De hecho, en ambientes secos y calurosos esta planta puede ser atacada por la araña roja (Tetranychus urticae).

Con respecto al riesgo, la drácena no es un vegetal que precise un aporte hídrico excesivo. Así pues, con regar las plantas a los 10 días en verano y cada 20 en invierno es suficiente.

Por todo lo dicho, la drácena puede ser una elección ideal para localizar en entornos en los que no se puedan realizar trabajos de mantenimiento de manera continuada, obteniéndose a pesar de ello unas estructuras vegetales resistentes y de gran vistosidad.

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