Este vegetal de nombre latino Arbutus unedo pertenece al género Arbutus y se clasifica dentro de la familia Ericaceae.
El madroño extiende sus raíces a gran profundidad en el suelo donde se asienta. No presenta requerimientos especiales en cuanto a la composición química del terreno que precisa. Pero, suele desarrollarse en lugares frescos y secos, sobre suelos ácidos (pH entre 3 y 4,5) y con baja cantidad de nitrógeno.
Esta especie del género Arbutus puede crecer en lugares situados a nivel del mar o a 800 metros de altura. Progresa en lugares con gran incidencia de luz, aunque también resiste en zonas sombrías. Además, aguanta grandes cambios de temperatura y se localiza, con frecuencia, en zonas cálidas.
La floración y fructificación del madroño ocurre en otoño. Los frutos de esta planta se denominan bayas, son estructuras esféricas y maduran al año de su aparición. En este momento adquieren un color rojo característico, son comestibles e insípidos.
Las bayas del madroño conviven con las flores del año siguiente. Estas flores son pequeñas, semejantes a campañillas.
Los arbustos del madroño suelen alcanzar una altura de unos 3 metros. Aunque, en ocasiones, pueden adquirir un porte arbóreo y llegar a los 12 metros de altura.
Es frecuente encontrar especímenes de Arbutus unedo en los territorios que rodean al Mar Mediterráneo como, por ejemplo, en la Península Ibérica. De hecho, en Portugal los frutos del madroño se emplean como ingrediente de un licor conocido como madrove, al que estas bayas le dan su olor característico.
El Madroño es considerado el símbolo de la hospitalidad. Esta puede ser la razón por la que, en la antigüedad, en áreas del Mediterráneo se disponía un arbusto de madroño en las proximidades de los lugares de acceso a las viviendas o en sus jardines, en señal de acogida y protección.
Sea como fuere, en la actualidad el madroño continúa empleándose en las composiciones vegetales de muchos parques y jardines. Por tanto, de momento seguiremos disfrutando de la belleza y contraste de colores de este arbusto en nuestros parques y jardines.
Tu reportaje me ha recordado que este año se ha pasado la temporada y no hemos subido a comer algunos por aquí por los Montes de Málaga. Por cierto la primera foto es preciosa, dan ganas de coger alguno. Un saludo.