Los Jardines Acuáticos
Se caracterizan por acoger especies vegetales acuáticas o palustres, capaces de adaptarse a medios muy húmedos y/o entornos acuáticos.
A la hora de diseñar este tipo de jardines es importante considerar el espacio con el que se cuenta y el emplazamiento en el que se va a localizar, siendo un entorno propicio para ambientes calurosos.
La ubicación, por tanto, es indispensable a la hora de proyectar un jardín acuático, siendo interesante elegir zonas tranquilas, con buena iluminación y protegidos de corrientes y vientos indeseables.
Los jardines acuáticos cuentan con un elemento imprescindible, el agua, que da una gran versatilidad al entorno al poder incluir fuentes, cascadas, etc. además de otros elementos de decoración como rocas o islas.
La elección de los vegetales a incorporar en este tipo de espacios es de vital importancia. Las plantas que generalmente se incluyen en el proyectado de los jardines acuáticos se pueden clasificar en varios grupos.
Uno de ellos son los vegetales que, en la naturaleza, crecen en las riberas de los lagos, ríos y otras corrientes de agua. Este grupo se conoce como plantas marginales y está compuesto, por ejemplo, por Hypericum de charca (Hypericum elodes) o diferentes especies del género Sagittaria.
También son interesantes las plantas palustres que se caracterizan por desarrollarse en terrenos húmedos. Dentro de este grupo se encuentran, entre otras, la prímula (Primula spp.), el astilbe japonés (Astilbe japonica), la violeta (Viola palustris), la Lobelia (Lobelia erinus) y diferentes tipos de helechos (género Pteridium).
Los vegetales que precisan terrenos muy húmedos y son capaces de soportar el encharcamiento se clasifican en el grupo de plantas de las áreas pantanosas, siendo algunos ejemplos el ruibarbo gigante (Gunnera manicata), la bújula (Ajuga reptans) o la bergenia (Bergenia crassifolia).
Un conjunto de vegetales capaces de localizarse tanto en el agua como en el medio terrestre, siempre que posee una elevada humedad, son las conocidas como plantas anfibias, siendo ejemplos de este grupo el papiro (Cyperus papyrus), la espadaña (Typha latifolia) y el lirio amarillo (Iris pseudoacorus).
Además, en los jardines acuáticos no pueden faltar las plantas flotantes, destacando el nenúfar pequeño (Hydrocaris morusianas), la lenteja de agua (Lemna minor) y la castaña de agua (Trapa natans), entre otras.
Por último, es interesante disponer de plantas emergentes como el ranúnculo acuático (Ranuculus acualitis), especies del género Nymphaea, el nenúfar (Victoria amazonica) o la caléndula acuática (Caltha palustres).
Tras la selección de las plantas de interés para engalanar el jardín acuático a desarrollar, habrá que elegir estratégicamente el lugar en el que situarla en función de sus requerimientos hídricos y nutricionales.
En resumidas cuentas, realizando una buena elección de especies vegetales y con la ayuda de un profesional del sector, se puede obtener un jardín acuático de gran vistosidad. Sólo quedará acercarse a él los calurosos días de verano para disfrutar de su frescor.
Comment here