Este tipo de espacio está influenciado, en gran medida, por agentes externos como el viento, la sal o el suelo. De esta manera, el diseño del jardín será imprescindible para potenciar su correcto mantenimiento, viveza y esplendor.
De lo dicho, se deduce que resulta especialmente importante analizar las presiones externas que van a sufrir los vegetales del jardín costero. De esta manera, se podrá elegir de un modo adecuado las plantas a colocar en estos espacios.
Un aspecto a tener en cuenta a la hora de crear este tipo de jardines es que las áreas próximas a la costa suelen ser ventosas. Por tanto, las plantas que se asienten en estos lugares sufrirán el azote de estos vientos. Por ello, es posible que las plantas caigan o se rompan en caso de no soportar su enviste por un tiempo prolongado. Para evitar esto una buena elección son las palmeras (familia Arecaceae) ya que poseen troncos flexibles, sólidos y resistentes. A este respecto, cabe mencionar que algunos ejemplos de vegetales pertenecientes a la familia Arecaceae son especies del género Trachycarpus como Trachycarpus fortunei o la palmera canaria (Phoenix canariensis).
Además, puede ser recomendable situar setos, muros, vallas, árboles u otras estructuras de protección alrededor de los jardines de costa para protegerlos del viento.
Por otra parte, la alta salinidad presente en estos entornos puede incidir negativamente en los vegetales debido a que al asentarse sobre sus partes aéreas, por ejemplo en las hojas, pueden quemarlas. Por ello, es preferible colocar plantas resistentes a la salinidad en los jardines costeros. En cualquier caso, una medida preventiva para evitar que la sal destruya las partes aéreas de las plantas es lavarlas con agua dulce periódicamente.
De la misma manera, en ocasiones, el terreno puede presentar elevadas concentraciones de sal. En estos casos será conveniente aportar arena y materia orgánica al suelo, instalar tubos de drenaje o regarlo para reducir la concentración salina del mismo.
Aparte de las palmeras, otras plantas interesantes para ser incluidas en un jardín costeros son la verbena (Verbena hybrida), la buganvilla (Bouganvillea glabra), la veronica (Hebe speciosa), la gerbera (Gerbera jamesonii) o el pino maritimo (Pinus pinaster).
Así pues, teniendo en cuenta una serie de sencillas consideraciones pueden crearse jardines costeros espectaculares en los que disfrutar de su verdor, belleza y tranquilidad.
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