El JARDÍN ITALIANO, más allá de una representación estética de la naturaleza

El JARDIN ITALIANO, más allá de una representación estética de la naturaleza

Este tipo de espacios verdes se caracteriza por la conjunción geométrica de 3 elementos claves, los vegetales, las masas acuosas y diferentes estructuras arquitectónicas.

Los jardines italianos tratan de generar un entorno conmovedor y relajante donde el equilibrio de sus elementos es esencial para conseguir una armonía sin igual.

Se trata de entornos en los que los macizos y demás elementos vegetales adquieren una importancia relevante conformando, en la mayoría de los casos, estructuras geométricas que toman formas peculiaridades, ya sean abstractas o imitadoras de animales.

Además, también son piezas clave de los jardines italianos las estatuas, los estanques, las fuentes y otros elementos de agua como surtidores, las escalinatas acompañadas de elegantes barandillas, las grutas artificiales, los laberintos, así como enigmáticos jardines escondidos que permiten el disfrute en solitario de estos lugares.

A la hora de hacer el diseño de un jardín italiano se tomará como base, con frecuencia, plantas propias de la región mediterránea como la lavanda (Lavandula sp.), el boj (Buxus sempervirens), el mirto (Myrtus communis) o el ciprés (Cupressus sempervirens).

Todos los componentes anteriormente mencionados permiten al paisajista emular de manera detallada el paisaje italiano. De esta manera, estos lugares suelen disponer de grandes avenidas a modo de ejes principales que se unen con caminos secundarios estableciendo, de este modo, la estructura geométrica característica del jardín italiano.

Tal y como se ha mencionado anteriormente los arbustos propios de estas áreas serán de boj y mirto, que se dispondrán estratégicamente para separar los diferentes espacios. A su vez, filas de cipreses circunvalaran los caminos principales del jardín italiano.

A modo de curiosidad se puede mencionar que en estos espacios, por lo general, lo principal no es la recreación de la belleza de la naturaleza sino, más bien, la preservación y el estudio de las especies vegetales.

Por todo lo dicho, el jardín italiano permite a sus visitantes no sólo disfrutar de un rato agradable entre la naturaleza en él representada, sino que también es una fuente de conocimiento e inspiración.