Madison Cox es uno de los principales referentes de la jardinería paisajista americana del último siglo. Sus trabajos se distinguen por diseños discretos, en donde el color y la armonía dotan de una incuestionable majestuosidad cada espacio intervenido. En Paisajismo Digital repasamos la carrera de un paisajista ligado al prestigio y la farándula mundial.
Formación y primeros pasos de Madison Cox
Nacido en San Francisco, Estados Unidos, el 23 de septiembre de 1958, Madison Cox creció en una familia culta, de ascendencia militar. Su padre era capitán del ejército de Bellingham (Washington), y su abuelo había sido almirante. Él, sin embargo, no heredó la pasión por la milicia de sus ancestros, más si por el diseño y la naturaleza. Por ello, migró a Francia tras completar la preparatoria.
Con 20 años, Cox llegó a París para estudiar paisajismo y convertirse en profesional, algo que lograría en la década del 80′. Tras participar en la Chelsea Flower Show de Londres, se dio a conocer en toda Europa, siendo el primer norteamericano en exhibir su trabajo en el prestigioso evento floral.
Sin embargo, su vida cambiaría radicalmente tras conocer al diseñador francés Yves Saint Laurent y a su pareja, el empresario Pierre Bergé. Sus trabajos para Saint Laurent le dieron un prestigio del cual pueden presumir pocos jardineros paisajistas en el mundo. Asimismo, su cartera de clientes incorporó, asiduamente, personalidades y estrellas del arte y el espectáculo.
De esta forma, Madison Cox le dio la vuelta al mundo. Con un estilo orientado a satisfacer el gusto de cada cliente, conjugando el lugar con el diseño paisajista, la arquitectura fluye y cambia constantemente, sin que el ingenio del jardinero imponga patrones de diseño. La idea matriz surge del cliente y se desarrolla conforme las características del espacio a intervenir. Luego, flores y plantas hacen el resto.
The Jardin Majorelle, la obra que le cambió la vida
La carrera de Madison Cox despegó definitivamente con su intervención en el Jardín Majorelle. Este proyecto, desarrollado en Marrakech, fue encargado por Yves Saint Laurent, quien en 1980 compró el jardín para instalar una villa personalizada en él.
Para esto, Madison Cox se encargó de refrescar las coloridas camineras del jardín. Además, diseñó la villa en donde el diseñador francés y su pareja, Pierre Bergé, vivieron durante varios años. A su vez, el jardinero norteamericano ayudó a transformar el estudio del diseñador en un museo, homenaje a la obra del afamado modista francés. El Museo Yves Saint Laurent, inaugurado en 2017, es actualmente uno de los principales atractivos del Jardín Majorelle, que recibe más de medio millón de visitantes al año.
En Marrakech, Cox rescató un jardín abandonado desde la muerte de su creador y director, Jacques Majorelle, en 1962. Todo el césped del jardín fue removido y reemplazado por grava de color beige. De este modo se solucionó el problema de la humedad y el riego, una de las principales causas del deterioro de las especies vegetales del jardín botánico durante los años 70.
La mezcla de plantas endémicas y exóticas de los cinco continentes dan al Jardín Majorelle un aspecto único. Colecciones de cactus, nenúfares, bambúes, agaves, buganvillas, algarrobos, palmeras, plátanos y otras cientos de especies han sido resguardas durante décadas, brindando a los marroquíes una joya vegetal y lugar de esparcimiento que, a su vez, resguarda el patrimonio histórico y natural de la ciudad.
Los jardines «más hermosos del mundo»
Una de las clientes más exclusivas de Madison Cox ha sido Marella Agnelli. La famosa coleccionista de arte y esposa del presidente de la Fiat, Gianni Agnelli, encomendó a Cox el diseño del jardín de su villa Aïn Kassimou, también ubicada en Marrakech.
Muchos consideran los jardines de esta villa como «los más hermosos del mundo». Repleto de estanques, plantas acuáticas, árboles y palmeras, el entorno vegetal de Aïn Kassimou es sencillamente espectacular.
Esto fue posible, según el propio Madison Cox, gracias al gusto y la sapiencia genuina de Agnelli. Conocedora del arte y de la arquitectura, Cox encontró una fuente creativa ideal para hacer una obra maestra. Y es que, para Cox, cada jardín diseñado para Agnelli es de ella, no suyo, pues él solo se encargaba de darle forma a sus ideas, como suele hacer con todos sus clientes.
Por ello, sus jardines rara vez se parecen, cada obra es única, según lo que el cliente desee. Los jardines se transforman constantemente con el paso del tiempo, pues sus diseños evitan caer en los estático.
Madison Cox: De la prudencia al jet set
Desde que comenzó su carrera profesional, Madison Cox fue conocido como uno de los jardineros más acaudalados del mundo. Sin embargo, siempre fue muy reservado con su vida privada y, si bien los nombres de sus clientes atraían muchos reflectores (Jennifer Bartlett, Sting, Michael Bloomberg…), él siempre mantenía un constante bajo perfil.
Esto cambiaría a partir de 2017. Ese año contrajo matrimonio con su entrañable amigo Pierre Bergé, el empresario que, junto con su fallecido compañero sentimental, Yves Saint Laurent, había ayudado a despegar su carrera en los años 80′. De este modo se consumó un triángulo afectivo y de poder: un portentoso diseñador (Saint Laurent), un poderoso hombre de negocios (Bergé) y un afamado jardinero de luxe (Cox).
En 2008, Bergé, reconocido empresario, se hizo cargo del emporio de la moda construido por Saint Laurent, tras el fallecimiento de este último. Ahora, tras la desaparición física de Bergé, ha sido Cox el encargado de heredar el legado de su marido y de la pareja del mismo. Con ello, se ha convertido en una figura mediática, ya que su fortuna pasa a ser una de las mayores del mundo.
Una conclusión paisajista
No obstante, más allá de su nuevo patrimonio y múltiples compromisos, Madison Cox conserva su estudio en Nueva York. Desde allí gestiona los proyectos paisajistas de su firma personal, la cual sigue atendiendo exclusivos pedidos de jardinería en Estados Unidos, Asia y Europa, principalmente.
Con esto, a sus 60 años, Madison Cox se mantiene como una herencia viva de la jardinería paisajista americana, con un estilo tan elitista como receptivo con las exigencias de cada cliente, así como las características de cada espacio a intervenir.
En Paisajismo Digital te mantendremos al tanto de los últimos proyectos de este y otros jardineros paisajistas, cuya labor y creatividad ayudan a construir un entorno más equilibrado y saludable para el planeta. ¡Hasta la próxima!
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