El jardín inglés, la transformación natural del paisaje
Este tipo de entorno nace con la intención de ofrecer un paisaje natural y exótico, evitando en la mayor medida posible artificios externos al ambiente en el que se asienta.
El jardín inglés o románico aparece en contraposición al jardín francés, caracterizándose, el primero, por dejar que la naturaleza siga su curso.
De esta manera, en este tipo de espacios verdes la geometría no está contemplada, ya que se potencia que la vegetación, plantas, estructuras arbustivas y árboles crezcan a su libre albedrío.
De hecho, es inusual observar líneas rectas en los jardines ingleses. Los arietes y macizos dan paso a sutiles praderas que posteriormente concluyen en bosquecillos irregulares. Todos estos elementos son surcados por serpenteantes caminos que unen los diferentes espacios del entorno.
Los elementos característicos de los jardines ingleses son, entre otros, los siguientes:
- Cenadores, estatuas, fuentes y bebederos para pájaros.
- Cúmulos de agua como estanques o lagos que contienen, con frecuencia, muelles o puentes.
- Edificaciones diversas como castillos o falsas ruinas y otro tipo de naves de estilo romano o chino.
A la hora de realizar el proyectado de un jardín inglés es importante elegir adecuadamente la flora a localizar en este espacio.
En cuanto a los árboles que pueden considerarse para este tipo de localizaciones se encuentran el magnolio (Magnolia grandiflora), el tilo (Tilia platyphyllos), el roble (Quercus spp.), el Ginkgo biloba, el nogal (Juglans regia) o la morera de papel (Broussonetia papyrifera).
También podría ser interesante incluir ciertos árboles frutales como el cerezo (Prunus avium) o el manzano (Malus spp.).
Con respecto a los arbustos apropiados para engalanar un jardín inglés, se pueden mencionar el durillo (Viburnum tinus), la hortensia (Hydrangea spp.), la lila de verano (Buddleja davidii), cualquier variedad de rosa (Rosa sp.), el jazmín azul (Plumbago auriculata), la azalea (Rhododendron simsii) o el jazmín estrellado (Trachellospermum jasminoides).
Además, existe una gran diversidad de flores que pueden ser elegidas para dar belleza al jardín inglés. Algunos ejemplos son la peonía (Paeonia Spp.), el geranio (Pelargonium zonale), la margarita (Bellis perennis), el tulipán (Tulipa spp.), la amapola (Papaver rhoeas) y la cala (Zabntedeschia aethiopica), plantas todas ellas , que dan gran colorido y vistosidad al jardín.
Pero, no puede olvidarse tener en cuenta a la celosía (Celosia plumosa) o a la dedalera (Digitalis purpurea), así como a ciertas plantas aromáticas y medicinales como la lavanda (Lavandula angustifolia), el romero (Rosmarinus officinalis), la salvia (Salvia officinalis), la albahaca (Ocimum basilicum) o la mejorana (Origanum majorana).
En resumidas cuentas, considerando unas pautas generales de diseño paisajista, así como las plantas que mejor se adecuan al terreno elegido, se puede conseguir un jardín inglés de elevada belleza en el que disfrutar de una agradable tarde.
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