Mayo es uno de los meses donde podemos disfrutar, con mayor facilidad, del colorido y fragancia de jardines ornamentales. En el hemisferio norte, la primavera está en su esplendor, mientas el otoño hace lo propio en el sur. Para disfrutar de un jardín espectacular, la flor de mayo (Cattleya mossiae) no puede faltar en tu repertorio de especies florales. Por ello, en Paisajismo Digital te contamos todo acerca de la flor nacional de Venezuela.
Características de la flor de mayo
La flor de mayo (Cattleya mossiae) es una planta epífita vista por primera vez en Venezuela en 1836. Perteneciente a la familia Orchidaceae, la planta crece sobre un huésped, el cual puede ser un árbol o rocas cercanos a fuentes hídricas como lagos y riachuelos. Para su desarrollo, la especie prefiere climas templados, con humedades superiores al 60%, siendo su hábitat natural la selva caribeña.
Si bien es endémica de Sudamérica, los primeros bulbos de Cattleya mossiae fueron reproducidos en Inglaterra en 1818, importados desde Brasil. La orquídea posee flores que promedian los 15 cm de ancho y crecen en racimos de tres o cuatro flores. El labelo de la flor posee una tonalidad característica entre amarillo y naranja, mientras los pétalos y sépalos son, usualmente, de color lila o blanco.
El nombre oficial de la flor de mayo fue dado por el botánico británico John Lindley en honor a su compatriota William Cattley, horticultor encargado de reproducir los primeros bulbos en suelo inglés. La planta es hermafrodita y, como típica orquídea, es polinizada por cientos de insectos y abejas. Asimismo, pueden ser unifoliadas o bifoliadas, con un tallo rizomatoso que, en promedio, tiene un ciclo de vida de un año.
¿Cómo sembrar la flor de mayo?
La mejor época para sembrar la flor de mayo es durante el otoño, pues la planta suele tomar un receso cuando llega el invierno. Las flores mueren por el frío y reaparecen en jardines en primavera, pero las raíces y los tallos deben conservarse en sustratos húmedos y ricos en nutrientes. Sin embargo, puedes sembrar la Cattleya mossiae en cualquier momento del año, sin problemas.
Lo que sí es fundamental es contar con un área iluminada y ventilada, donde la luz solar dé sobre la planta solo en horas de la mañana, pues los rayos del mediodía y la tarde pueden quemar la flor. A su vez, el suelo o abono donde se siembre debe contar con una alta humedad, aunque libre de encharcamientos.
Si bien las orquídeas suelen crecer sobre piedras y arbustos, lo mejor es plantarlas en maceta. ¿La razón? Al sembrarlas directamente en el suelo, las raíces tendrán más dificultades para encontrar soporte y la planta morirá. En este sentido, es conveniente elegir macetas amplias que faciliten el drenaje del sustrato y el desarrollo de raíces y tallos.
Cuando las raíces superan el tamaño de la maceta y no tienen de donde sujetarse, o cuando el abono se deteriora por exceso de agua o sequía, es necesario trasplantar la orquídea. Entonces, lo mejor es rajar la maceta y extraer completa la planta, con todo y abono, para no dañar las raíces al momento de realizar el trasplante.
Usos y cuidados de la flor de mayo
La flor de mayo es una planta rústica, es decir, se adapta con facilidad a diversos entornos, siempre que existan temperaturas y sustratos adecuados para su conservación. En cuanto al clima, durante el invierno, no soportan heladas extremas, siendo muy sensibles a temperaturas inferiores a los 15°C. Por su parte, en el verano tampoco aguantan calor extremo, siendo su tope los 35°C de sensación térmica. Por ello, puede considerarse como una especie no resistente al calor y la sequía.
Con respecto a los suelos, la planta necesita sustratos con una composición equilibrada (fósforo, nitrógeno y potasio, los elementos predominantes) y muy húmedos, por lo cual las raíces y hojas requieren riego día por medio. De este modo, las raíces podrán conservarse sin problemas. Si las raíces superan el nivel del abono en la maceta deberá ser trasplantada, ya que la planta demanda de un apoyo adecuado para desarrollarse.
Un exceso hídrico causado por riegos continuos o encharcamientos puede derivar en la caída de las hojas. Por el contrario, la falta de agua causará la caída de sus flores. Con respecto a la luz, la falta de iluminación natural evitará que sus flores crezcan, pero demasiada luz solar también pueden quemar las hojas, facilitando la aparición de hongos.
En este sentido, el equilibrio hace la diferencia en el cuidado de la flor de mayo. Un lugar ventilado e iluminado, sin exposición prolongada a la luz solar, evitará estos contratiempos. A su vez, el riego intercalado, día por medio o cada dos días, hará la diferencia para garantizar la humedad en el suelo que esta especie floral demanda para vivir.
Cattleya mossiae, flor nacional de Venezuela
El 23 de mayo de 1951, el Ministerio de Educación y Agricultura del gobierno presidido por Germán Suárez Flamerich nombró a la Cattleya mossiae como flor nacional de Venezuela, luego de varios años de debate en el país. La planta ya era conocida desde mediados del siglo XIX como flor de mayo al ser símbolo de la festividad religiosa de la Cruz de mayo, donde todos los sábados del mes se veneraba en las iglesias católicas un crucifijo adornado con decenas de orquídeas.
Actualmente, en Venezuela existen más de 1500 variedades de Cattleya mossiae, siendo una especie de amplia reproducción y comercialización en Sudamérica y el Caribe. Hasta el momento, la planta no ha sido catalogada como especie bajo amenaza, a pesar de su abundante exportación.
Conclusiones de un paisajista
La flor de mayo es icono de la vegetación nativa sudamericana, una preciosa variedad de orquídea icono de la nación venezolana y de amplia distribución en América y Europa. ¿Conocías este tipo de orquídea? Recuerda seguir nuestras redes sociales y visitar la web de Paisajismo Digital para no perder detalle de todos nuestros contenidos y servicios online. ¡Éxitos y bendiciones!
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