Los ecosistemas suelen ser vulnerables a las invasiones vegetales. Por ello, entre menos perturbaciones se produzcan en los ecosistemas, más resistentes serán a la presencia de especies foráneas. La prevención es la mejor opción y la más rentable, así como la erradicación, la contención y el control botánico. En Paisajismo Digital analizamos el impacto de las plantas exóticas en la flora nativa en España. ¿Son estas especies una amenaza para la vegetación autóctona? ¿Cómo enfrentar esta problemática? ¡Comencemos!
Las especies exóticas amenazan a la flora nativa en España
Una investigación publicada en la revista científica internacional ‘Journal of Environmental Management’ evaluó a 933 especies siguiendo la metodología conocida como ‘escaneo de horizonte’. Mediante este método se obtuvo una lista de especies peligrosas potenciales a través de la valoración simplificada de sus riesgos.
En ese sentido, se obtuvo una lista priorizada para España integrada por 108 especies. De ellas, 47 presentan un riesgo muy alto de invadir los ecosistemas españoles y otras 61 un riesgo alto, de acuerdo con la información publicada en el portal econoticias.com.
Montserrat Vilà, profesora de Investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y coautora del estudio, argumentó que «se ha subestimado la amenaza que suponen las especies invasoras para la biodiversidad, ya que este se percibe como un problema ambiental de carácter local y no como un problema ambiental global”.
Entre las principales amenazas identificadas están el escarabajo japonés (Popillia japonica), autóctono del noroeste de Asia presente en varios países europeos, el cual es capaz de provocar importantes daños en prados, bosques y plantaciones agrícolas.
Lo propio sucede con el gusano nematodo (Radopholus similis), que se alimenta de raíces y rizomas, causando la destrucción de la zona de absorción. Esta especie se encuentra actualmente en numerosos países europeos como Bélgica, Francia, Alemania, Holanda o Italia.
Más amenazas exóticas para la flora nativa en España
Otras amenazas apuntan a especies carnívoras, como el Nepenthes o planta de Jarra. Endémica del sudeste asiático, esta planta ha sido capaz de adaptarse a la captura y digestión de insectos e incluso, en algunas ocasiones, pequeños vertebrados. Además, suelen crecer en regiones con temperaturas cálidas durante todo el año y alta humedad.
En España ha logrado asentarse en algunas regiones costeras, como las Islas Canarias, donde el clima tiende a ser más suave y subtropical debido a su ubicación geográfica. De ahí que su cultivo se convierte en una amenaza para las plantas nativas porque se necesita un entorno controlado para la reproducción del Nepenthes, como un invernadero o un ambiente interior apropiado.
Montjuïc ha perdido espacio para la flora nativa en España
Un ejemplo de cómo las plantas exóticas han ocupado espacios donde antes predominaba la flora nativa en España es la icónica montaña de Montjuïc, en Barcelona. Un estudio publicado en la revista ‘Plants’ por un grupo del Institut Botànic de Barcelona (IBB, centro del CSIC y del Ayuntamiento de la ciudad) demostró como esta zona concentra una cantidad de plantas exóticas sin parangón en Europa.
Y es que, en apenas 3,4 km2 que ocupa la montaña, en 2023 se identificaron un total de 247 especies introducidas distintas, superando las identificadas en toda la ciudad de Roma (230 en 1200km2). Si bien no todas las plantas introducidas representan un problema, una parte de ellas se convierten en invasoras, ocupando el nicho ecológico de especies nativas.
Al respecto, Jordi López-Pujol, coautor del trabajo realizado por el IBB, explicó a ‘elperiodico.com’ que «las especies invasoras son una amenaza grave. En Montjuic hay especies protegidas como la ‘succowia balearica’ o el palmito, la palmera enana cuyo límite norte en la Península Ibérica se encuentra aquí”, añadió el experto.
Sobre las plantas más ‘peligrosas’ mencionó al ailanto (‘ailanthus altissima’), un árbol que ya forma extensiones enormes en la vertiente que mira la mar; el senecio hiedra (‘senecio angulatus’), reconocible por las manchas amarillas de sus flores, visibles desde la Ronda Litoral; o el nopal (‘Opuntia ficus-indica’). De igual forma, mencionó la presencia del Jardín Botánico, el jardín (de suculentas) Mossèn Costa i Llobera y otros jardines como los hogares ideales para la proliferación de especies exóticas.
Conclusiones de un paisajista
“Montjuïc reúne las condiciones para tener invasoras: un buen clima, muchas vías de entrada y una alteración de medio a lo largo de la historia que reduce la competencia de las plantas nativas”, añadió Joan Pino, director del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF). De ahí que los expertos adviertan la necesidad de erradicar estas especies invasoras, aunque esto requiere una alta inversión y trabajo continuo.
En líneas generales, los botánicos concluyen que erradicar o controlar especies es muy difícil. Sin embargo, señalan la importancia de intentar restaurar ecosistemas y, a la vez, aceptar que los sistemas naturales metropolitanos han cambiado para siempre.
El entorno está en constante evolución y cambio. Generar las condiciones ideales para un equilibrio medioambiental en donde las plantas exóticas no alteren la supervivencia de la flora nativa en España es clave para contar con espacios verdes sostenibles en el futuro.
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