El musgo ha dejado de ser un estorbo o mala hierba para los espacios verdes, ya que se ha comprobado su utilidad para mantener el equilibrio ecológico de suelos y muros en jardines ornamentales. ¿Quieres incorporar musgo a tu jardín, pero no sabes qué especie utilizar? En este artículo de Paisajismo Digital te explicamos cuáles son los mejores tipos de musgo para jardín que puedes utilizar para cualquier jardín en exteriores. ¡Vamos allá!
Tipos de musgo para jardín: ¿Cuáles utilizar?
Los jardines japoneses pusieron de moda el musgo. Este tipo de vegetación es perfecta para los jardines zen porque se complementa de maravilla con rocas y madera, dos elementos habituales en este tipo de jardines. En ese sentido, el musgo proporciona una especie de alfombra que, si bien es de bajo mantenimiento, no quiere decir que no necesite cuidados ni esté expuesta al ataque de patógenos.
Por ello, es importante apostar por un musgo de bajo crecimiento, como el tipo turba (spagnum). Este musgo funciona como reemplazo del césped y ayuda a absorber humedad, garantizando el nivel adecuado para las plantas que requieren suelos humedecidos permanentes y libres de encharcamiento. Además, es rico en nutrientes naturales para optimizar el crecimiento de las plantas sembradas en el espacio verde.
Del mismo modo, el musgo puede ser de gran ayuda para techos verdes y jardines verticales. En ese caso, también conviene apostar por un musgo sin flores ni raíces para evitar que su crecimiento afecte a las otras plantas incorporadas al muro o terraza verde. A su vez, es vital evitar el uso de tipos de musgos considerados como especies invasoras, tal es el caso del Campylopus introflexus (musgo estrella de brezo). Esta variante crece de forma descontrolada, afectando a las demás especies del jardín. Repasemos algunos tipos de musgo ideales para jardines ornamentales.
Bryopsida
Es el género más común entre los tipos de musgo, ya que los botánicos estiman que el 95% de las especies de esta planta son catalogadas dentro de esta clase. Ejemplo de ellos son los pleurocarpos y buxbaumiales, dos tipos de musgo de crecimiento lento ideales para reemplazar el uso de césped. Lo mejor de los musgos del género bryosida es que requiere mantenimiento mínimo y se adaptan sin problemas a climas calurosos, húmedos y secos.
Climacium americanum
Mejor conocido como ‘musgo de árbol americano’, esta especie es ideal para jardines a semisombra, ya que no soporta la exposición directa al sol. Su crecimiento es lento y alcanza un grosor máximo de 5 centímetros, utilizando las raíces y troncos de árboles y arbustos medianos para reproducirse en pequeños montículos. Al ser podado frecuentemente, su aspecto es muy similar al césped.
Luecobryum glaucum
También conocido como ‘acrocarposo’, esta clase de musgo crece un máximo de 4 centímetros de alto y no suele propagarse en zonas amplias. Asimismo, su aspecto es similar al de un cojín con alfileres encima. Su uso es ideal para decorar áreas específicas de jardines ornamentales, como zonas alrededor de bancas, estanques y fuentes acuáticas donde predominen las piedras y la humedad.
Polytrichopsida
Con cerca de 350 variedades, este musgo puede alcanzar capas de hasta 50 centímetros de grosos, por lo cual requiere poda frecuente. Sin embargo, si bien se trata de una familia de musgos de mayor tamaño, puede utilizarse como complemento en pasillos rocosos para jardines xerófilos o de corte mediterráneo, ya que sus hojas y flores crecen a través de las piedras dando un aspecto hermoso a las áreas transitables del jardín.
Oedipodiopsida
Ideal para zonas frías, el oedipodiopsida es un género que sobrevive en las zonas más frías de Norteamérica y la región de Eurasia. Se trata de una especie rica en clorofila que incluye solo dos variantes: tetrodontium y los tetraphis. Si bien su distribución es limitada, si resides en una región fría esta variedad de musgo es ideal, ayudando a que el espacio luzca siempre verde a pesar de la hostilidad del clima.
Otras alternativas caseras
Al incorporar musgo a tu jardín, es importante que tengas claras cuáles son las variedades de musgo que puedes conseguir en el mercado. Por un lado, el musgo tipo turba (anacárpico) suele crecer primero sobre las plantas y se extiende hacia afuera cubriendo el terreno. Por el otro, el musgo pleurocárpico crece primero sobre el suelo y se va extendiendo de forma horizontal con una rapidez que varía según la especie.
En ese sentido, puedes adquirir una porción de cualquiera de estos tipos de musgo (vivo o muerto) e incorporarlo a tu jardín con la siguiente fórmula, ideal para implementar durante la primavera:
- Toma un puñado de musgo y colócalo en una procesadora de alimentos o licuadora.
- Añade una tasa pequeña de agua y otra de leche.
- Mezcla hasta obtener una solución pastosa.
- Con la ayuda de una brocha o pincel, esparce la solución sobre las áreas que quieres cubrir de musgo (rocas, suelos, macetas, troncos de árboles, según sea el tipo de musgo) en áreas preferiblemente sombreadas (el sol impide su crecimiento).
- Espera tres semanas y, cuando comiences a detectar los primeros brotes, mantén húmedo el musgo regando día por medio con un rociador, sin empapar la zona.
Conclusiones de un paisajista
El musgo puede ser el complemento ideal para tu jardín, siempre y cuando te asegures de elegir una opción que se adapte a las características del espacio verde. Recuerda que algunas variedades suelen ser invasoras, por lo cual debes vigilar constantemente su crecimiento. Asimismo, es importante vigilar que el musgo no sirva de refugio a hongos y patógenos que afecten a las demás plantas. Si tu jardín se encuentra en una zona húmeda y no recibe demasiado sol, el musgo aguarda su oportunidad. ¡Hasta la próxima!