Abierto al público en 1994, el Jardín Botánico Ártico-Alpino de Tromsø es considerado como el más septentrional del mundo, ya que se encuentra a 70 grados de latitud norte en Noruega. Esto hace que solo esté abierto de mayo a octubre, por las duras condiciones climáticas. ¿Quieres conocer este complejo botánico? En Paisajismo Digital te llevamos a descubrir esta joya ubicada en la costa norte de Alaska. ¡Vamos allá!
Breve reseña del Jardín Botánico Ártico-Alpino
Tromsø es una ciudad perteneciente al municipio de Troms y Finnmark. Con una población cercana a los 77000 habitantes (según el censo de 2020), es una de las urbes más importantes de Noruega, con una cultura cosmopolita y una economía basada en su atractivo turístico por su paisaje peninsular ártico y la zona portuaria histórica.
En 1994, la Universidad de Tromsø decidió impulsar la construcción de un jardín botánico dentro del Museo Universitario de Tromsø. Enfocado, principalmente, en la geología, arqueología y zoología, el museo quiso dar un paso adelante en la década del 90′ en cuanto a la investigación botánica. Para ello se creó un espacio verde en donde fueron sembradas más de 5000 plantas endémicas de las montañas árticas.
Sin embargo, también hay especies traídas de los cinco continentes que resisten bien el frío característico de esta región. En promedio, el clima anual de Tromsø es de 6°C y la ciudad experimenta el fenómeno conocido como «sol de medianoche» entre el 18 de mayo y el 26 de julio. Entonces, la ciudad queda bañada por la luz solar durante un mes entero, mientras entre el 21 de noviembre y el 21 de enero la urbe queda totalmente a oscuras.
Es por ello que este complejo botánico solo está abierto al público entre los meses de mayo y octubre, cuando las condiciones climatológicas son propicias para que el público disfrute de todo su colorido vegetal. Administrado por la Universidad de Tromsø, la entrada al jardín es libre las 24 horas del día y sus espacios no están cercados por vallas o muros. Veamos algunas de las principales atracciones que ofrece este jardín.
Qué ver en este complejo botánico
Lo más interesante del jardín más septentrional del mundo son, además de sus colecciones vegetales, la variedad de paisajes disponibles en el recorrido. Debido al clima ártico-alpino, el relieve presenta suelos rocosos y secos, ideales para el desarrollo de las especies montañosas. Asimismo, todo el jardín está rodeado por imponentes picos helados del Ártico.
Al llegar el invierno, el jardín queda cubierto por la nieve casi en su totalidad, por lo cual no está abierto al público sino hasta finales de la primavera. Aún a mediados de la primavera, es posible ver plantas cubiertas por nieve y escarcha que va derritiéndose en junio con el aumento de la temperatura gracias a la aparición del ‘sol de medianoche’. Veamos qué plantas podemos admirar en el jardín de Tromsø.
Colecciones vegetales del Jardín Botánico Ártico-Alpino de Tromsø
El Jardín Botánico Ártico-Alpino de Tromsø posee una exclusiva colección de especies endémicas de la región ártico-alpina del hemisferio norte. Entre ellas destaca una amplia variedad del género prímula, registrándose hasta el momento más de 200 especies. Del mismo modo, destacan colecciones de los géneros aster, codonopsis, polemonium y saxífragas, además de cientos de rosaledas endémicas de Noruega y otros países de la región de Eurasia.
Por otra parte, la Universidad de Tromsø habilitó rocallas para incorporar especies de los cinco continentes, entre ellas más de 100 variedades de rododendros y decenas de plantas endémicas de África, Oriente Medio y América. Así, en casi tres décadas, el jardín ha logrado albergar una colección de más de 5000 especies.
A su vez, las plantas se han sembrado de acuerdo con sus características y lugar de procedencia. Así es más sencillo garantizar su cuidado, supervivencia y estudio. De igual manera, las colecciones se han ido sumando vigilando el equilibrio medioambiental del jardín. Por ello, a pesar de las duras condiciones climáticas, el jardín siempre luce hermoso durante la mayor parte del año. Aún cuando el frío extremo hace estragos, en Tromsø siempre habrá un espectáculo botánico que admirar.
Más sobre el Jardín Botánico Ártico-Alpino
La entrada al Jardín Botánico Ártico-Alpino de Tromsø es totalmente gratuita. Asimismo, el complejo botánico no cuenta con vallas o rejas que cierren su perímetro. Esto se debe a que el complejo botánico pertenece a un área privada, siendo parte de la universidad local. En ese sentido, el jardín fue concebido, originalmente, como un museo vegetal creado para impulsar la investigación y conservación de las especies vegetales endémicas de Noruega y la región ártica.
Es por ello que, desde su apertura en 1994, se han desarrollado técnicas para preservar el material genético de las plantas más vulnerables a los efectos del cambio climático. No en vano, en los últimos años se han experimentado hasta 251 horas a pleno sol en el mes de julio, cuando el ‘sol de medianoche’ alcanza su máximo esplendor.
Conclusiones de un paisajista
Como hemos visto, el Jardín Botánico Ártico-Alpino de Tromsø es un complejo vegetal de difícil acceso. Además de su apertura reducida (de mayo a octubre), al ser el jardín más septentrional del mundo se haya en el extremo norte de Europa, justo en la costa norte de Alaska. Las condiciones climáticas extremas y lo lejano de esta región de Noruega complican su exploración.
Aun cuando la Corriente del Golfo ayuda a que el invierno en la región no sea tan intenso, el jardín permanece cerrado al público desde finales del otoño hasta mediados de la primavera. Solo en los meses cálidos, las condiciones son ideales para visitarlo. Eso sí, la variedad de plantas y las especies exclusivas de la región ártica hacen que el viaje valga la pena.