El último mes del año ha llegado y, con él, todas las festividades decembrinas características de la que muchos consideran la época más linda del año. En Paisajismo Digital te mostraremos algunas de las plantas que simbolizan la Navidad y otras celebraciones típicas del mes de diciembre.
La Euphorbia pulcherrima o Poinsettia, flor emblemática decembrina
Nativa del sureste de México, este arbusto caducifolio es miembro de la familia Euphorbiaceae, una especie de la que se conocen más de 100 tipos cultivados en todo el planeta. Posee unas hermosas brácteas , generalmente rojas, adornadas con sus hojas lanceoladas u ovadas que crecen a lo largo de su grueso tallo, el cual puede alcanzar una altura máxima de 2 metros.
Para florecer, la Poinsettia necesita una serie de rigurosos cuidados que repasaremos a continuación:
- Su hábitat requiere una temperatura promedio de 20ºC durante el día y 16ºC por la noche. Requiere un riego moderado porque sus raíces son sensibles a la humedad excesiva.
- Solo puede estar un máximo de 9 horas diarias en espacios iluminados, evitando la exposición directa a la luz solar y a las corrientes de aire.
- Entre marzo y mayo la planta pierde todas sus brácteas y es necesario cortar sus largos tallos, evitando el derrame de clorofila sobre la tierra y manteniéndola en un lugar fresco y seco.
- A partir de mayo es vital trasplantarla a una vasija amplia para que sus raíces crezcan sin problemas. Hasta septiembre es necesario utilizar abono líquido cada 15 días, regando poco y podando frecuentemente sus tallos para evitar que estos le resten espacio a las hojas en invierno.
- En octubre debe guardarse en un sitio oscuro y encerrado durante la noche, mientras en el día debe permanecer en un sitio iluminado y fresco, sin exponerla directamente al sol.
- Para noviembre las brácteas florecerán nuevamente. Durante el invierno debe permanecer en espacios húmedos y frescos, evitando su exposición a temperaturas gélidas.
Como florece entre noviembre y febrero, la Poinsettia se popularizó a nivel mundial desde la época colonial, ya que la planta era frecuentemente utilizada para adornar iglesias y edificaciones durante las festividades navideñas, debido a sus bellas flores rojas.
La especie también es muy común en Argentina, donde se le conoce como “Estrella federal”; en Venezuela, donde la llaman “Papagayo” y en Nicaragua bajo el nombre “Pastora”. En Estados Unidos se comercializó desde principios del siglo XX, cuando la flor comenzó a adornar todos los decorados utilizados en invierno después del Día de Acción de Gracias. La mayor parte de las especies exportadas a Estados Unidos y Europa provienen de Guatemala y México, nación en donde se hizo famosa bajo el apodo “flor de Navidad o Nochebuena”. La planta es un símbolo de la cultura mexicana que se ha arraigado en todo el mundo.
Otras especies simbólicas de las fiestas decembrinas
Además de la flor de Navidad, otras plantas son utilizadas para complementar las decoraciones navideñas, constituyendo un elemento primordial de las festividades de fin de año. Entre las más comunes podemos mencionar:
El abeto (Abies alba): Este es el típico árbol navideño que adorna los hogares del mundo entero, una planta miembro de la familia de las pináceas distinguido por su porte piramidal y su altura promedio de 30 metros. El abeto clásico es un árbol perennifolio de tronco recto y desprovisto de ramas en su parte inferior. Sus hojas en forma de aguja le dan la forma característica de los pinos, y cuando maduran desprenden estróbilos (piñones) erectos, muy utilizados en las decoraciones navideñas.
El acebo (Ilex aquifolium): Este arbusto también es un icono de la decoración navideña, una aquifoliácea que puede vivir hasta medio siglo y medir, incluso, 20 metros de alto. El arbolito glabro de porte piramidal y densa copa está repleto de hojas pecioladas que brotan en forma ovalada. Es una especie de uso medicinal y ornamental protegida en varios países europeos. En las tradiciones católicas, el acebo sustituyó al muérdago en las decoraciones navideñas, por considerar a este último como algo pagano. La planta produce unas bayas de color rojo intenso y su fruto es una drupa no comestible.
El muérdago (Viscum album): La planta semiparásita es muy utilizada en las decoraciones navideñas en América, siguiendo la tradición anglosajona de colocar guirnaldas hechas con muérdago en las puertas para atraer la buena fortuna. Perteneciente a la familia de las santaláceas, esta planta de aproximadamente un metro de largo suele desarrollarse sobre árboles de hoja caduca, como manzanos y álamos.
La rosa de Navidad (Helleborus niger): Esta flor de uso ornamental es famosa por sus pétalos blancos y su gran altura, ya que pueden medir hasta 50 metros. Originaria de Europa y Asia Menor, la planta rizomatosa perenne florece durante el invierno, soportando temperaturas gélidas. Fue nombrada como rosa de Navidad por una vieja leyenda en la que se decía que la flor había brotado sobre la nieve producto de las lágrimas de una niña que no había podido obsequiarle nada al Niño Jesús, quien acababa de nacer en Belén. Es una planta ampliamente comercializada en todo el mundo.
Así finalizamos este repaso por las plantas más icónicas de la época decembrina, principalmente vinculadas con la Navidad. Desde la familia Paisajismo Digital te deseamos ¡felices fiestas y un venturoso año nuevo!
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