En este artículo de Paisajismo Digital te mostramos los mejores jardines verticales de Norteamérica. Un repaso por cinco de los muros vegetales más impresionantes de este continente, donde apreciaremos las últimas tendencias en jardinería vertical para edificaciones públicas y privadas. ¡Veamos!
Jardín vertical del Aeropuerto de Edmonton
En 2012, Canadá inauguró uno de los jardines verticales de Norteamérica más impresionantes. El jardín vertical del Aeropuerto de Edmonton es un conjunto de muros vegetales de 1420 metros cuadrados, el cual simula el diseño de las nubes conocidas como cirros. Más de 8000 plantas, pertenecientes a 32 especies vegetales, componen un diseño que se completa con diseños abstractos inspirados en los trabajos de Emily Carr y Donald Fath, dos afamados pintores canadienses.
El jardín de este aeropuerto fue construido con materiales reciclados, instalando un sistema hidropónico para la siembra de las plantas. Este tipo de cultivo permite optimizar el crecimiento y cuidado de las especies instaladas, alejando plagas y evitando encharcamientos en el muro. Al momento de su construcción, este jardín se convirtió en el más grande instalado en una terminal aérea.
Jardín vertical en Denver, Colorado
El Hotel Sheraton Downtown de Denver se encargó de construir el primer jardín vertical de la ciudad. Presentado en 2013, el proyecto consideró, principalmente, el clima semi desértico de la capital de Colorado para seleccionar plantas que lograran sobrevivir en este complejo ecosistema. Cuatro tipos de búgula (Ajuga reptans), cuatro más de hiedra (Hedera helix) y algunas variantes de la Heuchera micrantha, planta nativa de Colorado, fueron algunas de las especies seleccionadas para este muro vegetal.
En total, el jardín vertical de Denver cuenta con 26 especies diferentes de plantas a lo largo de sus 30 metros cuadrados de superficie. Asimismo, la empresa Singular Green, encargada del proyecto, implementó un tejido hidropónico con sistema de riego automatizado para el cuidado del jardín. Además, el diseño original incluyó el dibujo de una S gigante, realizada con plantas para homenajear el logotipo del hotel.
Leaf Box, jardín vertical en San Francisco
Continuamos nuestro repaso por los mejores jardines verticales de Norteamérica con un muro vegetal ubicado en el oeste de Estados Unidos. Leaf Box es un sistema que utiliza paneles metálicos para construir módulos en donde se instalan, posteriormente, mallas de sujeción para musgo. Sobre este sistema se siembran las plantas, asegurándose de combatir plagas y encharcamientos.
El Leaf Box de San Francisco es un jardín privado construido sobre una residencia cúbica, en la cual funciona un estudio artístico. Las plantas recubren la totalidad de la cara externa del lugar, simulando un espectacular cubo vegetal que atrae, inmediatamente, la atención de todos los visitantes.
Jardín vertical interior en Etobicoke
Otro de los jardines verticales de Norteamérica que encuentra un lugar en este listado es el Jardín vertical interior en Etobicoke, en la ciudad de Toronto, Canadá. El jardín de 12 metros cuadrados fue construido en la sede principal de la empresa Ginkgo Sustainability Inc., un muro vegetal constituido por 581 especies vegetales tropicales y subtropicales.
Este muro vegetal utiliza un sistema de cultivo semi-hidropónico, por medio del cual se instalan una serie de módulos que facilitan el desarrollo y cuidado de las plantas. Al ser un jardín vertical en interiores, la selección de plantas fue muy cuidadosa, optando por arbustos perennes ideales para semisombra. En este sentido, la humedad controlada mediante la calefacción y la iluminación artificial del recinto permiten asegurar las condiciones óptimas para la conservación del jardín.
Skylines, el edificio-árbol de Nueva York
Finalizamos nuestro recorrido por los mejores jardines verticales de Norteamérica con una auténtica joya sostenible. Skylines, el edificio-árbol de Nueva York es un increíble rascacielos ajardinado, diseñado en 2020 por el estudio de Piero Lissoni, Lissoni & Partners. El edificio absorbe agua de la lluvia, al igual que un árbol, además de energía del sol y del viento. Gracias a ello, el edificio genera electricidad para el consumo de toda la estructura.
En Sylines, una red de cables de acero permiten instalar enormes jardines colgantes. Toda la estructura está recubierta por una estructura metálica cubierta de cristal que, desde lejos, asemeja una tela transparente. Para garantizar la autosuficiencia del jardín, los primeros niveles del edificio incluyen oficinas públicas, además de espacios recreativos y multipropósito. En los niveles centrales hay huertos urbanos, mientras en la azotea se ubican exclusivos apartamentos residenciales.
Entre los huertos y los apartamentos hay de todo: oficinas comerciales, áreas deportivas, espacios universitarios y hasta un hospital totalmente equipado. En total, la torre de 130 metros cuenta con nueve niveles y se convertirá en uno de los bosques verticales más altos del mundo. Además, todo el edificio contará con un sistema de paneles fotovoltaicos y de energía geotérmica para su funcionamiento.
Conclusiones de un paisajista
Con el objetivo de construir ciudades resilientes de cara al futuro, los jardines verticales se consolidan, más que como una tendencia estética en jardinería, como una práctica sostenible para espacios públicos y privados. Por ello, cada vez son más las ciudades de Canadá y Estados Unidos que apuestan por la construcción de muros vegetales como solución a sus problemas ambientales.
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