Esta intervención se trata del re-diseño del espacio ajardinado que delimita el acceso a un edificio de oficinas, situado en el centro de la ciudad de Barcelona, a fines de lograr el diseño de un jardín xerófilo. Tres jardineras de grandes dimensiones enmarcan el ingreso al edificio.
Se propuso el diseño de un jardín de bajo mantenimiento con un uso eficiente del agua. Para ello se han seleccionado plantas xerófilas, que como tal están adaptadas a la
escasez de agua. Estas plantas se combinan con piedras de carácter ornamental, que delimitan diferentes comunidades vegetales.
Complementa el diseño del jardín xerófilo, un jardín vertical de plantas artificiales, que cuelga en una de las paredes de un patio interior. Este jardín se ha creado sobre 5 hexágonos de acero corten, que simbolizan un panal de abeja.